¿Quién es este Rey de gloria? Jehová, fuerte y valiente; Jehová el poderoso en batalla.
Este maravilloso salmo habla del “Rey de gloria”. Quizás, Salomón pudo representar débilmente a este Rey, pero su verdadero cumplimiento solo lo vemos en aquel que es “más grande que Salomón” (Mt. 12:42 NBLA), nuestro Señor Jesucristo.
Al buscar el significado de las palabras “fuerte y valiente”, creemos que podríamos hacer la siguiente aplicación de ellas: él es fuerte para llevar a cabo la voluntad de Dios y poderoso para acabar con todo enemigo.
¡Qué maravilloso! Al hacerse Hombre, Cristo vino para hacer la voluntad de Dios. De hecho, hacer la voluntad de su Padre era su deleite, su alimento. En su primera venida, cuando estuvo en Getsemaní, la multitud que vino a arrestarlo cayó al suelo al escuchar su nombre divino: “Yo soy”. Sin embargo, él no había venido para poner el mundo en orden, sino para dar su vida en rescate por muchos (Mr. 10:45). ¡Pero él vendrá otra vez! Y cuando se manifieste nuevamente, será con gloria. En ese momento, él hará cumplir la voluntad de Dios tanto en la tierra como en el cielo por la fuerza de su brazo. Y con su poder derrotará a todo enemigo. Incluso la misma muerte será finalmente abolida por su poder (véase 1 Co. 15:26). ¡Qué fuerte y poderoso es él!
Querido lector, ¿es usted débil? ¿Es consciente de la debilidad que hay en nuestros hogares, en la congregación local de los creyentes y en el testimonio cristiano en general? ¿Cuál es la respuesta?
Ya conocemos al Señor “fuerte y poderoso”, a quien se le ha conferido todo el poder en el cielo y en la tierra (Mt. 28:18). Si nosotros somos débiles, él es fuerte. Si sentimos la debilidad de nuestras manos para cumplir la voluntad de Dios, sus manos son fuertes para fortalecernos para cumplir su voluntad el día de hoy. Si nos sentimos débiles y estamos prontos a darnos por vencido ante nuestros enemigos, ante la carne, el mundo y el diablo, él es poderoso para liberarnos hoy mismo y darnos la victoria. ¡Mirémoslo a él!
Kevin Quartell