El Señor Está Cerca

Jueves
8
Junio

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.

(Tito 2:11-12)

Lo que trae la gracia de Dios

Solo la gracia de Dios es el fundamento de toda conducta y carácter cristiano. A este respecto, el texto de hoy es claro y conclusivo. Lo primero que hace la gracia por el pecador perdido es salvarlo –salvarlo incondicional, perfecta, y eternamente. La gracia no le pide que sea algo, que dé algo, sino que ella trae salvación sobre la base de que el pecador está perdido. Cuanto más perdido me siento, más claramente veo la posibilidad de una salvación completa y gratuita, la cual es traída por la gracia de Dios.

La palabra “perdido” se aplica a todos, sean grandes o pequeños, ricos o pobres, cultos o ignorantes, morales o inmorales, con o sin religión. Es bueno ver esto con claridad. Los hombres hacen distinciones, y esto es necesario; la sociedad recompensa al hombre honesto, sobrio y moral, y detiene con justicia al libertino, borracho e inescrupuloso. Sin embargo, en lo que respecta a la salvación, todas estas distinciones son barridas delante de Dios, pues todos son considerados perdidos.

El término todos se aplica necesariamente al lector. La salvación se ofrece a todos, pero hay quienes la rechazan. La salvación se ofrece gratuitamente y, por tanto, los hombres son culpables cuando la rechazan. Si no fuera libre y gratuita, entonces los hombres no serían culpables de no poseerla.

Pero, ¿qué hay incluido en la salvación que trae la gracia de Dios? Incluye la liberación del poder presente del pecado, así como de sus consecuencias futuras; de la ira; de Satanás; y de todas aquellas cosas eternas que puedan estar en nuestra contra. No hay demora alguna, pues el trabajo está terminado. Solo tenemos que recibir esta salvación ahora como un regalo gratuito para ser disfrutado para siempre.

C. H. Mackintosh

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