El Señor Está Cerca

Sábado
11
Marzo

Mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza… ¿No te envío yo?… Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas.

(Jueces 6:14, 16)

El llamamiento de Gedeón

Estas palabras forman parte de una conversación entre el Señor y Gedeón, un campesino de la tribu de Manasés. Este hombre es llamado por Dios para derrotar a los madianitas. Sin embargo, pone muchas excusas de por qué no puede salvar a Israel; de hecho, dice que Dios no ha elegido a la persona adecuada para obtener esta victoria.

Las excusas de Gedeón parecen bastante plausibles: “Mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre” (v. 15). Gedeón piensa que Dios no puede hacer nada porque él y su familia no son nada. Pero no se da cuenta que Dios tiene la costumbre de utilizar a personas que no son nada para llevar a cabo sus planes. El humilde testimonio de Gedeón sobre su debilidad y humildad es exactamente lo que el Señor busca (véase 1 Co. 1:27-29; 2 Co. 12:9-10).

Otro principio importante lo hallamos en la respuesta de Jehová a su siervo reticente. Este principio está profundamente arraigado en la Palabra de Dios: Una misión divina va siempre acompañada con la seguridad de la presencia divina. El Señor le dijo a Gedeón: “Ve…

¿No te envío yo?”. Esta es la misión divina. Pero al mismo tiempo el Señor le dice a Gedeón: “Yo estaré contigo”, es decir, la seguridad de la presencia divina. Cuando Dios nos llama a hacer algo en su nombre, nos fortalece con su presencia y su poder. Este principio también lo vemos cuando el Señor llamó a Moisés para que sacara a su pueblo de Egipto: “Te enviaré” está vinculado con “yo estaré contigo” (Éx. 3:10, 12). Vemos lo mismo en la gran misión encomendada por el Señor a sus discípulos: “Id, y haced discípulos” y “yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt. 28:19, 20). Si respondemos al encargo de llevar el evangelio al mundo,

¡Cristo estará con nosotros!

Brian Reynolds

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