El Señor Está Cerca

Día del Señor
19
Febrero

Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.

(Génesis 22:2)

El sacrificio de Isaac, tipo del sacrificio de Cristo

Las palabras dirigidas a Abraham: “Toma ahora a tu hijo”, nos recuerdan que Dios “no escatimó ni a su propio Hijo”. Pero la frase no culminó ahí, también se le dijo “tu único”, lo que también nos habla del amor de Dios, quien “ha dado a su Hijo unigénito”. Y hay aún más: también se le recordó a Abraham su amor por Isaac: “A quien amas”, así como Cristo es aquel de quien se dice: “El Padre ama al Hijo” (Jn. 3:35). Es significativo que esta expresión de Génesis 22, donde se encuentra la primera mención del amor en la Biblia, esté relacionada con una escena que presenta simbólicamente el amor del Padre por el Hijo.

Esta escena en Génesis también nos presenta la perfecta sumisión de Cristo a la voluntad del Padre. No leemos ninguna queja de parte de Isaac, ni observamos ningún tipo de resistencia cuando fue atado en el altar. Se caracteriza por la sumisión perfecta: Una bella imagen de la perfecta obediencia de Cristo al Padre. Además, durante el viaje, la leña del holocausto era llevada por Isaac, mientras que el fuego y el cuchillo están en manos de Abraham. Durante los años de su ministerio, el Señor llevó consigo la certeza de su muerte venidera; la sombra de la cruz se proyectaba sobre cada paso de su camino. A los hombres se les permitió crucificar al Señor, pero el fuego y el cuchillo, que nos hablan del juicio y la muerte, estaban en manos de Dios.

En todos los sacrificios, primero se sacrificaba a la víctima y luego se la colocaba sobre el altar. Aquí Isaac es primero atado y puesto en el altar antes de que el cuchillo se levantara para sacrificarlo, convirtiendo este relato en un tipo sorprendente de Cristo, quien aceptó ser clavado en la cruz antes de que el juicio de Dios cayera sobre él. Pero todos los tipos y figuras quedan cortos al tratar de expresar totalmente la realidad. En lugar de Isaac, la muerte cayó sobre un carnero que quedó trabado en un zarzal por sus cuernos. En la cruz, sin embargo, nada ni nadie detuvo el poder de la muerte. El amor del Padre no escatimó al Hijo, y el amor del Hijo se sometió a la voluntad del Padre.

Hamilton Smith

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