El Señor Está Cerca

Jueves
16
Febrero

Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

(Mateo 4:4)

La obediencia de Cristo

Somos santificados para la obediencia de Cristo. Permítanme decirles algo acerca de esta obediencia. Cuando mi hijo quería ir en una dirección distinta a la mía, cede y acepta seguirme, aprecio tal obediencia. Pero no fue así con Cristo. Él nunca tuvo una voluntad que le hiciera querer ir en otra dirección que no fuera la del Padre.

Cuando el tentador se le acercó, le dijo: “Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan”. ¿Cuál fue la respuesta del Señor Jesús? “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios” (Lc. 4:3-4). Esa es la obediencia de Cristo. La voluntad del Padre fue siempre su motivación.

En nuestro caso, hay miles de cosas que hacemos como un hábito, y decimos que debemos hacerlas; pero, en realidad, no debo hacer nada más que la voluntad de Cristo. Tengo que aprender cuál es su voluntad, porque Dios nos ha hecho carta de Cristo, y el camino que debemos recorrer es el de manifestar la vida de Jesús en nuestros cuerpos (2 Co. 4:10). Todo lo que hago debe ser una expresión del apego de mi corazón a Cristo y la manifestación de su carácter ante los demás. La norma de nuestro andar es esta: Andar como es digno del Señor.

A veces resulta muy difícil ser pacífico, paciente y amable cuando alguien nos hiere o insulta. Puedo entender las dificultades, pero tenemos el bendito privilegio de andar como él anduvo. Si queremos hacer esto, entonces conozcamos a Cristo, aprendamos cuál fue su camino aquí en la tierra, mientras que, al mismo tiempo, pensamos en el lugar que tenemos en él ante Dios. Quiero enfatizar esto: Estudiemos a Cristo, para que así podamos ser como él en la tierra. No hay nada que pueda llenar más nuestras almas de bendición y aliento, nada que nos santifique más, nada que nos dé un sentimiento tan vivo del amor divino, nada que nos dé tanto valor. ¡Que el Señor nos dé este valor y nos capacite para estudiar su bendita Persona!

J. N. Darby

arrow_upward Arriba