El Señor Está Cerca

Sábado
14
Enero

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él en amor.

(Efesios 1:3-4)

Desde antes de la fundación del mundo (2)

Tres veces en la Palabra de Dios se menciona algo que existía desde antes de la fundación del mundo. En nuestra primera meditación, consideramos el hecho maravilloso de que, al hablar con su Padre, el Señor Jesús, el Hijo, dijo: “Me has amado desde antes de la fundación del mundo” (Jn. 17:24).

La segunda vez que se utiliza esta expresión, se nos dice que Dios nos escogió en Cristo desde antes de la fundación del mundo. No nos escogió en Adán, el hombre que lo deshonró, sino en Cristo, el Hombre que lo glorificó. Si nos hubiera elegido en Adán, nos habríamos perdido para siempre, ya que Adán pecó. Pero Dios nos escogió en Cristo, el postrer Adán (1 Co. 15:45), que con su obra consumada puso el fundamento sobre el que Dios puede obrar. Estos versículos en Efesios nos muestran que no estaba en la mente de Dios que su Hijo, al hacerse hombre, permaneciera solo. En Juan 12:24 se nos dice que el Señor Jesús, como el Hombre que complacía a Dios, y en relación con el Padre, habría quedado solo si no hubiese pasado por la muerte. Ahora, como el Hombre resucitado, Jesús tiene “compañeros” (He. 1:9) con quienes comparte todo lo que el Padre le ha dado.

¡Qué pensamiento tan extraordinario! El Padre quiso llevarnos ante él –a nosotros, que éramos pecadores perdidos y arruinados– como hijos e hijas, ¡y bendecirnos con toda bendición espiritual en Cristo! Y aquí en Efesios vemos que estábamos en los pensamientos de Dios, en su corazón, desde antes de la fundación del mundo. Que esta verdad tan maravillosa nos conduzca a descansar en el amor ilimitado del Dios que nos escogió, y nos lleve a adorar al Padre, así como al Hijo.

Kevin Quartell

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