El Señor Está Cerca

Jueves
13
Octubre

Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe.

(Hebreos 10:22)

La fe

¿Cuál es el carácter de esta fe bíblica, la cual es retratada con tanta belleza en la Palabra de Dios? No es una simple fachada, ni una invención de la mente: es una realidad. La fe no está en las apariencias, donde entran en juego motivos egoístas y medios equívocos. La fe está llena de Dios, no maquina planes propios para sacar réditos a cualquier costo, sino que está basada en sana doctrina bíblica. La fe no le pregunta a Dios: «¿Esto funcionará?», sino que espera hasta que la obra de gracia está hecha y no acepta sustitutos baratos. Cuando está en prisión, la fe canta. La fe puede verse golpeada por la disciplina divina, pero pone sus manos sobre su boca, como Aarón cuando perdió a sus hijos en un solemne instante (Lev. 10:3).

La fe de la que habla la Biblia no es un salto en la oscuridad; sino más bien un andar en luz celestial. Deja de lado las probabilidades estadísticas, o incluso la coincidencia, las casualidades, o la suerte, y descansa firmemente en las obras de un Dios soberano. No trabaja para elaborar un plan maestro; más bien se rinde al plan del Maestro. Experimenta Su dulce calma en medio de la furiosa tempestad del enemigo. No se trata fundamentalmente de una posición en contra de Satanás (aunque la fe debe tener siempre en cuenta que existe tal engañador), sino una posición por Cristo, establecida firmemente en la Palabra, en la cual Él nos es revelado.

Si confiamos en el brazo de carne, entonces fracasaremos totalmente. Goliat no fue derrotado por un guerrero más poderoso que él, ni por la traición de su propio pueblo, o por una emboscada estratégica. Bastó con escoger, por fe, una piedra del tamaño adecuado. Según la estimación humana, toda estadística y circunstancia estaba en contra del joven David. Pero él se enfrentó al gigante en el nombre de Dios, quien, a diferencia nuestra, tiene todas las cosas bajo control. El Dios invisible estaba detrás de todas las cosas. Tenía un plan. Tenía una obra que realizar. Glorificaría su nombre, y había hallado para esta hora a un hombre, a un joven, conforme a Su corazón.

N. Oloniyo

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