El Señor Está Cerca

Jueves
29
Septiembre

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón.

(Deuteronomio 6:4-6)

Bosquejos breves del Pentateuco (12) — Deuteronomio (B)

El versículo de hoy forma parte de una oración pronunciada en las sinagogas judías en todo el mundo –se le llama «Shemá», palabra que proviene del hebreo y significa «oír». Sí, los hijos de Israel debían oír todas las palabras de Dios y debían obedecerlas. Ya hemos visto que el énfasis de Deuteronomio está en la obediencia.

Algo sorprendente de Deuteronomio (al compararlo con Levítico y Números) es la falta de ceremonias religiosas. Esto es porque está dirigido al pueblo y no a los sacerdotes. Las palabras de Dios debían estar en su corazón. Aun cuando no estamos bajo la ley, la obediencia es siempre necesaria y requerida. Como alguien escribió una vez: «La primera responsabilidad moral de toda persona, en toda época, es la obediencia implícita y la sumisión a la voluntad de Dios».

Por lo tanto, es maravilloso relacionar esto con la asombrosa pro­fecía mesiánica que encontramos en Deuteronomio: «Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a Él oiréis» (18:15). Es digno de resaltar el hecho de que se halle en un libro donde no hay mucha profecía, sin embargo, es una de las profecías más grandiosas de toda la Biblia. De hecho, se cita muchas veces en el Nuevo Testamento en referencia al Señor Jesús. Sin embargo, su pueblo no lo escuchó, todo lo contrario, ¡lo rechazó!

Actualmente, Él está llamando a un pueblo de entre los judíos y las naciones gentiles. ¡Qué privilegio! Pero ¿lo estamos obedeciendo? ¡Oigamos y obedezcamos al Gran Profeta de Dios!

En estos breves bosquejos hemos considerado: Génesis –la creación, el principio y la fundación de todas las cosas; Éxodo –la redención de Su pueblo; Levítico –acercamiento a Dios y adoración; Números –nuestro andar, nuestras obras y el desierto; Deuteronomio –oír y obedecer la Palabra de Dios.

Brian Reynolds

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