Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón y dile: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.
Éxodo ha sido llamado el «libro de la redención», y por una buena razón. La redención es el tema principal que recorre todo el libro, ya sea desde el punto de vista histórico para el pueblo de Israel, o como ilustración de la redención para el creyente en esta presente dispensación. El libro del Nuevo Testamento que se equipara al Éxodo es la epístola de Pablo a los Romanos, especialmente en relación con la propiciación por nuestros pecados y la liberación del pecado que habita en nosotros. El título «Éxodo» significa «salida». De hecho, este libro relata la historia de los hijos de Israel saliendo de Egipto y de la esclavitud de Faraón: una bella figura de nuestra liberación de la esclavitud del pecado y del poder de Satanás.
Un bosquejo básico del Éxodo es:
– Capítulos 1-18: La liberación de Egipto.
– Capítulos 19-24: El pacto con Jehová.
– Capítulos 24-40: El tabernáculo.
Moisés es el personaje principal en el libro del Éxodo, y como el líder de los hebreos, él es un bello tipo de Cristo, nuestro Líder, el cual guía a sus redimidos a través del desierto (He. 3:1-2). Hay una comparación interesante entre el nacimiento de Moisés y el nacimiento de Cristo. El Éxodo comienza con el relato del nacimiento de Moisés y la historia de cómo escapó del decreto de muerte promulgado por Faraón en contra de los niños hebreos. Esto sucedió 400 años después de la promesa que Dios le hizo a Abraham (Gén. 15:13). El Nuevo Testamento comienza después de 400 años de silencio entre Malaquías y Mateo, y la presentación del Libertador que ha venido para salvar a su pueblo de sus pecados. Además, asombrosamente, en el relato del nacimiento de Cristo, leemos acerca del decreto de Herodes (así como el de Faraón) en el asesinato de los niños de Belén, pero Jesús escapó – ¡a Egipto!
Brian Reynolds