Si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?
En varias ocasiones en los evangelios, vemos al Señor Jesús citando o haciendo referencia a uno de los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. Es interesante observar que el Señor Jesús se refería a esta sección de la Biblia simplemente como «Moisés», como podemos ver en el texto de hoy. Esto nos enseña que Cristo aceptaba totalmente la autoría de Moisés sobre el Pentateuco. Y si Él utilizó el nombre de Moisés en este sentido, entonces nosotros también debemos aceptar totalmente la autoría de Moisés, a pesar de los argumentos de algunos teólogos modernos.
Esta sección de la Biblia es denominada el «Pentateuco» en nuestras Biblias en castellano, nombre que proviene del griego y significa «cinco volúmenes». Los judíos llaman al Pentateuco «la Torá», que significa «instrucción». En esta serie de meditaciones consideraremos el Pentateuco y le daremos un vistazo general al tema principal de cada uno de sus cinco libros. Deseamos ver en ellos al Señor Jesús, pues Él dijo que Moisés escribió de Él.
En Génesis hallaremos el libro de los comienzos: el comienzo de la creación, las naciones y la familia por medio de la que vendría la «simiente de la mujer». En Éxodo veremos la redención del pueblo de Dios. En Levítico aprenderemos de los diversos tipos y figuras del sistema sacrificial que Dios estableció para enseñarnos cómo acercarnos a Él como sacerdotes santos. En Números veremos a los hijos de Israel en el desierto, figura de nuestra posición actual en el mundo. Y en Deuteronomio veremos al pueblo de Israel recibiendo instrucciones de parte de Moisés antes de que entraran a la Tierra Prometida, porque un pueblo redimido siempre debe ser un pueblo obediente. Sin embargo, en todo momento podemos ver al Señor Jesucristo, quien es el centro y el tema principal del Pentateuco.
Brian Reynolds