[Rut] desgranó lo que había recogido, y fue como un efa de cebada.
(Rut 2:17)
En tercer lugar, Rut era perseverante. No era diligente un día y perezosa el siguiente, sino que «estuvo, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo» (v. 23). Día tras día, fue a espigar hasta terminar las dos siegas. Los de Berea recibieron elogios especiales, no solo por haber examinado las Escrituras, sino también por haberlo hecho cada día (Hechos 17:11). Es fácil mostrarse celoso y diligente por un día, pero serlo cada día requiere perseverancia. «Cada día» es una expresión exigente que nos pone a prueba. Hacer un gran esfuerzo para realizar algún sacrificio heroico es relativamente fácil, pero perseverar tranquilamente día tras día, siguiendo a Cristo, es la prueba que hay que cumplir.
Finalmente, leemos que Rut «desgranó lo que había recogido» (v. 17). No es suficiente espigar la cebada y el trigo, es necesario desgranarlos. Las verdades que recogemos, ya sea mediante nuestro estudio personal o por medio del ministerio de otros, deben ser también un tema de oración y de meditación para que puedan contribuir a nuestro crecimiento espiritual. La simple adquisición de una verdad no hará más que envanecer nuestra mente. Es necesario gozar de esta verdad en comunión con el Señor para que ella pueda llevarnos más lejos en el conocimiento de su Persona.
Además, el estado individual del alma, aunque primordial, no lo es todo. La ayuda que recibimos de otros creyentes contribuye también a nuestro progreso espiritual. Esto lo vemos claramente en los distintos personajes que aparecen en este capítulo. Noemí, las criadas, los segadores, el criado mayordomo establecido sobre estos últimos y, finalmente, Booz, el hombre rico, desfilan unos tras otros delante de nuestros ojos, y siempre aparecen presentados en relación con Rut. Ayudan de diferentes maneras a la joven espigadora en su trabajo, mostrándonos en esto que Cristo utiliza distintos medios para estimular en los suyos el crecimiento espiritual en la gracia.
Hamilton Smith