El Señor Está Cerca

Lunes
11
Abril

Cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo.

(Romanos 5:10 NBLA)

Cristianismo: lo que Dios ofrece a los hombres

Muchas personas dicen que todas las perspectivas espirituales son básicamente las mismas, y quizás añaden que todos los credos hablan del amor y la bondad. Pero eso es como decir que un restau­rante de comida rápida y un fino restaurante de carnes son iguales porque ambos sirven carne. A pesar de las similitudes en la comida, todos estamos de acuerdo que las distinciones hacen toda la dife­rencia en la comida. Sin embargo, muchos permanecen reacios a aplicar el mismo estándar en el ámbito espiritual, el cual, eviden­temente, es muchísimo más importante (eternamente importante).

¿Cuáles son las características distintivas del cristianismo? ¡Hay muchas de gran importancia! Brevemente, podemos resumir algu­nas de ellas considerando los siguientes temas: Dios, el cielo, el infierno, el pecado y la salvación. El cristianismo declara que hay un solo Dios, revelado a nosotros como Padre, Hijo y Espíritu Santo, el cual vive en el cielo. Un ardiente lago de fuego fue preparado para el diablo y sus ángeles caídos; pero las personas que rechazan a Dios también sufrirán eternamente allí. El pecado ha infectado el corazón humano y, de hecho, ha causado que el mundo entero haya caído; por lo tanto, a pesar de los diversos esfuerzos para mejorar la ética y la moralidad, la humanidad está alejada de Dios.

El cristianismo enseña que la salvación del pecado está disponible libremente por medio de la muerte redentora y sacrificial de Jesu­cristo y su poderosa resurrección, el cual, siendo completamente Dios, se hizo totalmente hombre. La oferta de gracia de Dios implica que cualquier intento por ganar Su favor por méritos propios, o aña­diendo algo a la obra de Jesús, no son solamente insuficientes, sino que, en realidad, lo ofenden. Es como si nos ofreciera agua pura mientras que nosotros llevamos paladas de basura a la fuente.

Sin embargo, Dios persiste ofreciendo salvación a todo aquel que invoque el nombre del Señor (Hec. 2:21). La Biblia es suficiente para explicar los caminos de Dios y atraer nuestros corazones hacia Él.

Stephen Campbell

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