El Señor Está Cerca

Miércoles
23
Febrero

Ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.

(Juan 17:13)

Cristo orando al Padre (4)

En el idioma original, la palabra «ahora» (nyn) aparece 28 veces en el evangelio de Juan. Es utilizada varias veces en relación con el ministerio de nuestro Señor, con el fin de demarcar los diferentes acontecimientos o periodos de tiempo. Al principio de su ministerio público en Caná de Galilea, luego de transformar el agua en vino, Él le ordenó lo siguiente a los siervos: «Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron» (Juan 2:8). Era el momento de que ellos sirvieran. Al aplicarlo a nosotros, aprendemos que el momento de nuestro servicio es «ahora». En el encuentro del Señor con la mujer samaritana también hallamos el «ahora» de la adoración, pues el servicio jamás debe estar desconectado de la adoración: «Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad» (Juan 4:23).

Más adelante, poco antes de la cruz, Cristo se dirigió al Padre, diciendo: «Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré?» (Juan 12:27). Esto se corresponde con Su oración en el Getsemaní (no registrado por Juan), en donde Cristo sufrió intensamente al anticipar las tres horas de tinieblas de la cruz. Este «ahora» está relacionado con la cruz: «Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera» (Juan 12:31). En la cruz, Cristo glorificó a Dios: «Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él» (Juan 13:31). Dios fue glorificado por el Hombre Cristo Jesús como nunca lo había sido y nunca lo será.

En su oración al Padre (Juan 17), en espíritu, Jesús se sitúa des­pués de la cruz, diciendo: «Ahora voy a ti». Él anticipó los plenos resultados de su obra, cuando sus discípulos tuviesen plenitud de gozo: «mi gozo cumplido en sí mismos», aun cuando vivamos en un mundo de turbación.

Alfred E. Bouter

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