El Señor Está Cerca

Jueves
10
Febrero

Las atarás como una señal en tu mano, y estarán como fronta­les entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.

(Deuteronomio 6:8-9)

La familia (3)

En estos versículos, Dios se dirige a los padres, quienes son los jefes espirituales de sus hogares. Ellos debían atar sus estatutos y mandamientos como una señal en sus manos –las manos de los padres, no las de los hijos. Del mismo modo, ellas debían ser como frontales entre sus ojos. En esto vemos el carácter del Pastor. El verdadero Pastor cuida sus ovejas y ellas lo conocen. Las ovejas reconocen su voz y lo siguen. El Pastor tiene en sus manos la vara y el cayado –la vara para espantar a los lobos y el cayado para evitar que las ovejas sigan su propio camino. Los padres deben conducir a sus hijos, guiándolos con discernimiento espiritual.

Abraham, el amigo de Dios, recibió un reconocimiento maravilloso cuando el clamor contra Sodoma y Gomorra era grande y sus peca­dos gravísimos. Dios dijo: «Yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová» (Gén. 18:19). Al leer esto, algunos padres pueden sentirse agotados e impoten­tes, pero anímense, el Señor «siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad» (Sal. 45:1 NTV). Si, por falta de vigilancia, nos hemos alejado del Señor, es necesario arrepentirnos y volver, así recuperaremos el gozo del Señor.

Finalmente dice: «las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas» (v. 9). El testimonio se hace visible fuera del hogar. ¿Brillan los bellos caracteres de Cristo en nuestras casas? ¿O hay descon­tento, resentimiento, amargura y malas palabras dentro del hogar? Si así fuera, entonces sería como una casa edificada sobre la arena. Cuando caiga la lluvia y el río suba, la casa se caerá. ¡Qué deshonra sería eso para el nombre del Señor Jesús!

Jacob Redekop

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