Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y Yo os haré descansar.
El Señor Jesús dice: Venid a Mí, y a nadie más. Yo soy el que te creó y conozco todo sobre ti y tus problemas. Conozco tus pensamientos desde lejos y sé que es lo que dirás antes que tus labios lo expresen. Soy Aquel que pagó el precio por tu salvación, y soy el Único que puede salvarte y solucionar todos tus problemas. Nadie más puede. Ningún profeta del Antiguo Testamento o apóstol del Nuevo puede prometerte una solución a tus problemas, pues para Mí nada es imposible.
Yo soy un Dios justo y Salvador. Vengan a mí todos los que están trabajados y cargados. No importa cuán cansado o desesperado estés, no importa cuán pesada sea tu carga, tan solo ven a mí. La invitación está abierta para todos, al rico y al pobre, al anciano y al joven, a los hombres y a las mujeres, a niños y niñas. Está dirigida al distinguido, así como a los abandonados y a los depravados. Ven a mí con todos tus problemas, sean estos financieros, físicos, morales, o conyugales. Ven a mí, como muchos otros lo han hecho antes, pues yo he prometido que el “que a mí viene, no le echo fuera” (Jn. 6:37). Yo vine para que pudieses tener vida, y la tuvieses en abundancia (Jn. 10:10). Ven ahora; sin dudar. Vengan, pecadores y santos. Vengan todos los que están trabajados y cargados. Vengan y yo les daré descanso; descanso a tu alma perturbada, descanso a tu mente ansiosa, descanso a tu triste corazón. Quitaré tu temor al castigo eterno y te daré paz con Dios. Remplazaré tu ansiedad con la paz de Dios que sobrepasa a todo entendimiento. No hay nada imposible para mí. Yo amo a aquellos que me aman; y los que temprano me buscan me encontrarán.
Vengan a mí todos los que están trabajados y cansados, porque:
Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida.
A. M. Behnam