El Señor Está Cerca

Día del Señor
5
Diciembre

Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo.

(2 Corintios 5:19)

Conocí a Dios en Cristo

Lo primero que veo en Cristo, cuando estuvo sobre la tierra, es perfecta gracia en sus tratos para con los hombres—Su bondad siempre salió al encuentro de sus necesidades. Nuestro corazón se alegra y anima cuando nos damos cuenta de esto. Él los alimentó cuando tenían hambre, los sanó cuando estaban enfermos, y sacó demonios. Obviamente, también había poder; poder divino, el cual ministraba a las necesidades de ellos. La bondad de Dios en Cristo se aplicó a la miseria y desdicha del hombre.

Al mirar a Cristo sobre la tierra, veo a Dios en este Hombre humilde. En un mundo de miseria, desgracia y fatiga, sostengámo­nos firmemente de este simple hecho: Dios vino a este mundo y lo he encontrado. Obviamente que por la fe; pero Dios estuvo aquí, y lo he encontrado. Se quién es Él y qué es Él para mí. Yo era un pecador como todos en este mundo, pero Dios estuvo aquí y Él fue todo bondad para mí. Lo encontré y sé quién es Él, porque lo he experimentado. Cristo estuvo sobre la tierra, vino a suplir mis nece­sidades, y he encontrado a Dios en Él y lo conozco.

Yo era una criatura vil y miserable, atribulado por nada y solo pen­sando en los placeres del mundo; pero lo encontré y sé quién es Él. Cuando mi alma se aferra a esto, obtiene la llave que abre cada candado de la eternidad. “Dios estaba en Cristo reconciliando con­sigo al mundo”. Él ha estado aquí conmigo en la tierra; pero ahora tengo otro problema—no soy apto para estar con Él en el cielo. En este mundo hay pecado y fracaso con el cual tratar; y el pecado no puede ir al cielo. Pero hay otro hecho asombroso: este Bendito, que descendió a donde yo estaba, fue hecho pecado por mí, atra­vesando la muerte y el juicio que yo debía padecer, cargando todos mis pecados.

J. N. Darby

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