El Señor Está Cerca

Lunes
15
Noviembre

Se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz … Mientras él [Pedro] aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a Él oíd.

(Mateo 17:2, 5)

Jesús en un monte (5)

En el monte de la transfiguración, el Señor se manifestó a tres de sus discípulos de una forma que nunca habían visto antes. El Rey rechazado les había hablado acerca de su Iglesia, la cual edificaría sobre la Roca, es decir, sobre Él mismo resucitado y glorificado. Sin embargo, antes que esto sucediera, Él debía sufrir muchas cosas y “ser muerto” (Mt. 16:21).

Pedro comenzó a reconvenirle, pero el Señor confirmó que no había otra forma de que los planes de Dios se cumplieran. Antes de la gloria, Él debía sufrir para cumplir los planes de Dios. Satanás lo había tentado, sugiriéndole que siguiera otro camino, y Pedro le dijo que no se sometiera a los sufrimientos. Sin embargo, su sufrimiento y muerte finalmente lo llevarían, a través de la resurrección, a con­vertirse en el Mesías glorioso. Para mostrarle este plan a los tres discípulos, el Señor los llevó con Él a un monte alto (v. 1) donde se transfiguró delante de sus ojos. Su rostro resplandeció como el sol y sus vestidos se hicieron blancos como la luz: ¡qué transformación tan asombrosa! Entonces, repentinamente, Moisés y Elías aparecie­ron delante de ellos “en gloria” (Lc. 9:31 LBLA).

¡Increíble! Y mientras Pedro hablaba, no sabiendo lo que decía, una nube de luz los cubrió, y vino una “voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a Él oíd” (v. 5). Los discípulos cayeron sobre sus rostros, muy atemorizados, pero el Señor Jesús se acercó y los toco, diciendo: “Levantaos, y no temáis” (v. 7). Y levantando sus ojos, “a nadie vieron sino a Jesús solo” (v. 8). Más tarde, Pedro escribió su testimonio acerca de estas cosas, para que podamos recordarlas (2 P. 1:14-21).

Alfred E. Bouter

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