El Señor Está Cerca

Martes
2
Noviembre

Subió al monte, y llamó a sí a los que Él quiso; y vinieron a Él. Y estableció a doce, para que estuviesen con Él, y para enviar­los a predicar.

(Marcos 3:13-14)

Permanecer con el Señor antes de servir

Ya que el Señor ha puesto en nuestros corazones un amor que responde al suyo, lo que sigue es que deseemos servirle. Es asombrosa la forma con la que el Señor nos prepara para su servicio.

En Marcos 3 el Señor llamó a sus discípulos, pero vemos que recién en el sexto capítulo los envío. Ese periodo intermedio fue con el objetivo de que pasaran tiempo con Él. Es muy importante que nos demos cuenta que los llamó para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar. Estar con Él era el primer paso. Estoy seguro que estarán de acuerdo en que todo depende de que estemos con el Señor Jesucristo. Si así no fuera, ¿cómo podríamos servirle adecuadamente?

Aquí vemos su llamamiento soberano. Nosotros no lo buscamos; Él nos buscó. No lo llamamos nosotros primero; Él nos llamó. No lo escogimos; Él nos escogió, como le dijo a sus discípulos en Juan 15:16: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a voso­tros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca”. ¡Bendito sea su Nombre! Él tiene el derecho de esco­gernos y llamarnos. ¿No es el Señor de todo? ¡Sí! Que nuestros corazones deseen sinceramente reconocer su señorío como Señor de todo. A causa del amor desplegado en los sufrimientos de la cruz, Él se ha ganado el derecho de llamarnos para servirle. Aquel amor que lo hizo sufrir los dolores de la cruz nos demanda que estemos a su completa disposición. Él ha llamado a cada uno de los que hemos creído en Él. ¡Regocijémonos! Pero recordemos siempre: el primer objetivo es que podamos estar con Él.

J. T. Mawson

A solas disfruto al estar Con mi Cristo allá en el huerto mas me manda ir para compartir las buenas nuevas de su amor

C. A. Miles

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