El Señor Está Cerca

Martes
21
Septiembre

Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.

(Mateo 19:26)

Cuando perdonamos imitamos a Dios

El Señor Jesús dijo: “[si tu hermano] peca contra ti, háblale en pri­vado y hazle ver su falta” (Mt. 18:15 NTV). Puede que digas: «Él es el que se equivocó. Si quiere que lo perdone, entonces que venga y me lo pida». Pero Jesús dijo: «No, tú ve a él». Independientemente si estás en lo correcto o estás equivocado, como hijo de Dios, debes ir tu primero.

¿No es lo que Dios hizo en el jardín del Edén? Adán y Eva peca­ron contra Dios, y la Biblia nos dice que Dios fue quien los buscó: «Adán, ¿dónde estás?» No fue la voz de un detective; fue la voz de un Dios que nos busca para perdonarnos. De manera que, el están­dar del perdón es bastante elevado.

Pon atención a las siguientes palabras: “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante” (Ef. 4:31-5:2).

¡Cuándo nos perdonamos unos a otros es cuando más nos pare­cemos a Dios! ¡Oh, qué sea cierto en nosotros! El cuerpo de Cristo sufre en sus coyunturas porque el pueblo de Dios ha perdido de vista el elevado llamamiento de ser imitadores de Dios, ¡no han aprendido a perdonarse unos a otros! Nuestro Dios percibe un olor agradable cuando perdonamos a alguien, porque nos volvemos más como Él y como su Hijo amado.

Detente ahora y pídele a Dios que te muestre si posees un espíritu no perdonador hacia alguna persona. Entonces, en el poder de su fuerza, llama a aquella persona y pídele perdón. Será imposible si tratas de hacerlo con tus propias fuerzas, pero recuerda: ¡Dios obra lo imposible!

Tim Hadley Sr.

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