El Señor Está Cerca

Martes
6
Julio

Cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pér­dida por amor de Cristo.

(Filipenses 3:7)

Algunos ejemplos de devoción y fidelidad

Las Escrituras nos dan ejemplos de devoción y fidelidad que nos motivan y desafían a permanecer apegados a Cristo.

Pensemos en las palabras de Rut a Noemí: “No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos” (Rut. 1:16-17). Rut había llegado a confiar en el Dios de Noemí, y aun cuando no tenía idea de lo que tenía por delante, ella estaba preparada para ir con Noemí. ¡Qué imagen de la devoción que debemos darle a Cristo, pues Él es digno!

Itai le dijo a David: “Vive Dios, y vive mi señor el rey, que o para muerte o para vida, donde mi señor el rey estuviere, allí estará tam­bién tu siervo” (2 S. 15:21). Estas palabras fueron pronunciadas cuando David huía de Jerusalén. Es incluso aun más impresionante porque Itai no era israelita: ¡era geteo! Mientras que nosotros, que en otro tiempo éramos extraños y advenedizos, ¿nos ponemos del lado de nuestro Señor, el cual ha sido rechazado por este mundo? Eliseo le dijo a Elías: “Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré” (2 R. 2:2). Eliseo se había vuelto tan cercano a Elías que estaba dispuesto a seguirlo incluso hasta el Jordán, el río de la muerte.

Escuchemos lo que dijo Pablo acerca de su apego a Cristo: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pér­dida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Fil 3:7-8). La consagración de Pablo a Cristo era tal, que su único objetivo era vivirlo a Él, ganarlo a Él. ¡Oh, que también seamos así!

Richard A. Barnett

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