Habló Josué a los rubenitas y gaditas y a la media tribu de Manasés, diciendo: Acordaos de la palabra que Moisés, siervo de Jehová, os mandó … Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. De la manera que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti.
Moisés había muerto y ya habían pasado treinta días de duelo por él. Dios le encargó a Josué la misión de guiar a Israel a la Tierra Prometida. Él le había prometido estar con él y darle la victoria sobre todos los enemigos que enfrentarían. También le recalcó la importancia de guardar la ley que Moisés les había mandado, sin apartarse de ella ni a derecha ni a izquierda.
En estos versículos leemos cómo Josué comenzó a preparar al pueblo para cruzar el Jordán y tomar posesión de la tierra. Él tuvo un mensaje especial para las dos tribus y media que le habían pedido tener su herencia al lado oriental del Jordán. Moisés les había dicho que sus guerreros debían ayudar a sus hermanos de las 9 tribus y media a conquistar la tierra de Canaán, y que después de eso tenían libertad de volver y disfrutar su posesión.
Josué les dijo: “: Acordaos de la palabra que Moisés, siervo de Jehová, os mandó”. ¡Qué importante es que nosotros también nos acordemos de las palabras de nuestro bendito Señor! “Creed también en mí”; “permaneced en mí”; “si me amáis, guardad mis mandamientos”; “haced esto en memoria de mí”. “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”; “amaos unos a otros, como yo os he amado”; “si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis”.
Ellos respondieron, inmediatamente, que harían todo lo que les mandó. Lo obedecerían tal como lo hicieron con Moisés (¡¿Qué tan bien habían hecho esto?!) ¡Nosotros también somos propensos a prometer más que a obedecer! ¡Que Dios nos ayude no solo a prometer seguirlo y obedecerlo, sino también a hacerlo cada día!
Eugene P. Vedder, Jr.