El Señor Está Cerca

Martes
15
Junio

Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.

(Salmo 32:1)

Una cúadruple bendición (1)

Los hebreos llamaban a este salmo un «Salmo de Aser». Aser sig­nifica «feliz» o «bienaventurado». Hay cierta cantidad de salmos que comienzan con esta palabra en hebreo. El salmo 1 comienza así: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos”. Esa bendición le pertenece al Hombre que nunca se desvió, nuestro Señor Jesucristo, y nadie más. En el salmo 32 vemos la bendición del hombre que sí se desvió, pero que ha sido traído de vuelta a Dios; y bien podemos, tú y yo, experimentar esa bendición. Este salmo es también un «Salmo Masquil». Masquil significa «dar ins­trucciones», y hay alguna instrucción particular aquí que el Señor no quiere que pasemos por alto: una cuádruple bendición.

La primera bendición es para aquel “cuya transgresión ha sido perdonada”. ¿Quién es este? Es aquel que ha venido a Dios recono­ciendo su culpabilidad, y que ha puesto su confianza en el mensaje del evangelio. Cuando ponemos nuestra confianza en Él, sabemos que todas nuestras iniquidades nos son perdonadas por medio de la obra de Cristo en el Calvario. El apóstol Pedro lo dice bien claro en Hechos 10:43: “todos los que en Él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre”. Cada pobre pecador que cree en lo que Dios ha testificado en cuanto a su Hijo, es perdonado.

La segunda bendición es: “Bienaventurado aquel…cubierto su pecado”. La palabra traducida como “cubierto” es una forma del tér­mino utilizado a través de todo el Antiguo Testamento para “expia­ción”. Lo que David en realidad está diciendo es: «bienaventurado aquel cuyo pecado ha sido expiado». El significado real de la pala­bra “expiación” es “cubierto”. Dios ha cubierto nuestros pecados con la preciosa sangre de Cristo, quien murió en nuestro lugar, y esa sangre no solamente ha cubierto nuestros pecados, sino que los ha «borrado» para siempre.

H. A. Ironside

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