Vemos a Jesús, que fue hecho un poco inferior que los ángeles a causa del padecimiento de la muerte, coronado de gloria y de honra; para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todo.
(Hebreos 2:9 Trad. JND)
La epístola a los Hebreos trata acerca del Señor Jesús, su Persona y su obra. En esta maravillosa carta, el nombre Jesús aparece 14 veces: 8 veces solo como Jesús, una vez como Josué (He. 4:8), 5 veces en combinación con otros nombres: Señor, Cristo y el Hijo de Dios. Hebreos 1 nos presenta la grandeza del Señor Jesús como Jehová. El misterio de la Trinidad, así como el misterio del Hijo eterno que vino a este mundo como Hombre perfecto, están vinculados al bendito misterio de que Jesús es Jehová Dios.
Hebreos 2 enfatiza su grandeza como Hombre y que, como tal, Él es mayor que los ángeles, aun cuando los ángeles son mayores que los seres humanos en el orden de la creación. Sin embargo, Jesús fue hecho un poco menor que los ángeles (que no pueden morir) cuando sufrió en la cruz y murió. ¡Esto nos muestra cuán grande es la gracia de Dios para con nosotros! La expresión “un poco menor” también significa que esto duró poco tiempo, solamente durante su muerte y su resurrección. Ahora, exaltado en los cielos, ¡Él está por encima de todos los ángeles!
Jesús de Nazaret, que se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ahora está coronado de gloria y honor. Y nosotros, es decir todos los verdaderos creyentes, lo vemos de esa manera. “Vemos” implica que tenemos libre acceso a Dios, y significa que contemplarlo será algo que continuará siempre. En la tierra, Él fue visto en condición de hombre (Fil. 2:8) y se humilló a sí mismo antes que Dios lo exaltara. Hay una relación evidente entre su humillación y la respuesta de Dios en darle su posición actual de gloria. De hecho, su obra es suficiente para que todos puedan ser salvos, lo cual muestra la extensión de la gracia de Dios, la cual se manifestó en Jesús.
Alfred E. Bouter
