Aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
En la Escritura, el Señor Jesucristo se nos es presentado en tres etapas diferentes, y todas ellas se nos revelan en Hebreos 9. Con un lenguaje vigoroso y, a la vez, muy conciso, el Espíritu de Dios ha resumido estas tres etapas en Hebreos 9:24-28. Allí contemplamos a Jesucristo, nuestro bendito Señor, en su camino como Hombre. En estos versículos, lo vemos en la cruz, muriendo (sí, muerto); luego en el cielo, a la diestra de Dios, donde ahora está; y, finalmente, se nos presenta como Aquel que viene otra vez. Por lo tanto, este pasaje nos expresa toda la verdad de Cristo. Aquí vemos a Cristo en sus tres apariciones.
En el verso 26 leemos: “ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado”. En el verso 24: “no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios”. Él se presenta ahora en la presencia de Dios por nosotros. Una vez nos representó en la muerte; ahora nos representa en la vida; ¿qué es lo siguiente? Versículo 28: “Aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”. Él viene para llevarnos a la gloria.
La verdad de la venida del Señor es uno de los temas más preciosos para un cristiano, mientras que es un asunto muy solemne para aquellos que no son creyentes. Al decir cristiano, quiero decir un verdadero hijo de Dios; alguien que realmente conoce a Cristo; alguien que realmente conoce al Señor Jesucristo como su Salvador. ¡Qué precioso el poder esperar a nuestro Salvador! Quizás las personas nos digan: «Pero no es que estés esperando que el Señor venga ahora mismo, ¿cierto?» Bueno, eso es justamente lo que espero; las Escrituras dan un testimonio claro acerca de la segunda venida del Señor.
W. T. P. Wolston