El Señor Está Cerca

Sábado
27
Marzo

Si habéis, pues, resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Fijad vuestra mente en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

(Colosenses 3:1-2 LBLA)

Pensar en las cosas de arriba

En este versículo se nos exhorta a fijar nuestra mente en “las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”. Además, “las cosas de arriba” son contrastadas con las cosas “de la tierra”. A través de diversos proyectos, el hombre busca, por su propia volun­tad y poder, mejorar la condición de este mundo e introducir un mile­nio sin Dios ni Cristo. Cuando miramos hacia arriba, vemos que el propósito de Dios es introducir, por medio de Cristo, un universo de bendición, en el cual Cristo será la cabeza y el centro.

Al exaltar a su diestra a Aquel que los hombres crucificaron, Dios ha manifestado plena certeza de que esto sucederá. En la cruz, Cristo es el claro testimonio del fracaso de todos los esquemas humanos. Mientras que Cristo en la gloria, a la diestra de Dios, es el fiel testimonio de que Dios cumplirá su propósito. Las cosas de arriba son todas aquellas cosas que dependen de Cristo a la diestra de Dios, y que Dios se ha propuesto para la gloria de Cristo y la bendición del hombre. Debemos pensar en esas cosas y no en las cosas pasajeras de la tierra.

El apóstol no dice «las cosas que están en el mundo», sino las cosas de la tierra. Las cosas del mundo pueden incluir muchas cosas que son absolutamente malas, y si pensamos en ellas, nos mancharemos. Las cosas terrenales incluyen las relaciones natura­les o cosas comunes del diario vivir, las cuales, en su debido lugar, no son incorrectas, pero si nuestras mentes se llenan demasiado de ellas, entonces debilitarán nuestro gusto por las cosas celestiales.

Hamilton Smith

Fija tus ojos en Cristo,
tan llenos de gracia y amor,
y lo terrenal sin valor será
a la luz del glorioso Señor.

H. H. Lemmel

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