El Señor Está Cerca

Miércoles
24
Marzo

Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

(Romanos 8:28)

Todas las cosas obran para nuestro bien

La perspectiva que tengas de la vida influirá en la forma en que los acontecimientos cotidianos te afectarán: si estos te agobiaran o te harán progresar. La fe debe ser probada para fortalecerse. Sin las pruebas, tu fe no se puede crecer ni madurar.

¿Realmente crees que Dios hace todas las cosas perfectas y para tu bien? Todo lo que Dios permite que suceda es para tu beneficio. ¿Ya le pediste que te muestre cuál es su enseñanza en todo esto? Una de las cosas más importantes que Él quiere que aprendas es a decir de corazón: «Señor, no mi voluntad sino la tuya». Debes aceptar, con una fe sencilla, que Él sabe lo que es mejor y que obra, en todas las cosas, para tu bienestar eterno. ¿Realmente te has entregado a Él? ¿Le dijiste: «Señor, aquí estoy, tal como soy, y me entrego completamente a ti. Hazme lo que tu quieres que yo sea»? Si ya lo hiciste, entonces ante todo lo que te suceda, tu primera preocupación será: «¿Señor, que quieres que aprenda de esto»? Tu punto de vista cambiará completamente con respecto a todas las cosas que te acontecen, sean grandes o pequeñas.

Entonces, las dificultades y problemas serán considerados como ocasiones dadas por Dios para desarrollar la naturaleza divina que Él te comunicó cuando naciste de nuevo. Tu vida tendrá entonces un significado más profundo, y serás más consciente de la presencia de Dios y lo preciosa que es su comunión. Realmente caminarás con Él a medida que avanzas por el sendero de la vida. Serás guar­dado de decir o hacer muchas cosas que antes hubieras hecho o dicho, pues sentirás instintivamente que eso no le va a agradar.

Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Señor, Roca mía y Redentor mío” (Sal. 19:14).

E. C. Hadley

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