El Señor Está Cerca

Sábado
13
Febrero

El mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.

(2 Tesalonicenses 3:16)

Jesucristo, el Señor de paz

A veces puede suceder que no tengamos descanso en nuestros corazones. Confusión, ansiedad, temores, desesperación, amargura, desaliento y oscuridad pueden eventualmente abrumarnos como un tsunami espiritual. Este estado se abalanza como una pared que viaja a gran velocidad, descolocándonos y trasladándonos a lugares que nunca pensamos llegar. Por momentos, horas, días y semanas estamos conmocionados y preocupados, preguntándonos si seremos capaces de levantarnos y volver a caminar espiritualmente hablando.

Los cristianos en tesalónica se encontraban atravesando momen­tos difíciles. La era muy dolorosa. Además, se encontraban en una condición de confusión doctrinal. Ellos pensaban que el día del Señor ya había llegado y que estaban atravesando los sufrimien­tos de la tribulación. Algunos habían dejado de trabajar y decían: «¿Para qué trabajar? El Señor viene; bien podemos no hacer nada hasta que Él venga». Pablo les escribió para aclarar algunos asun­tos y, justo antes de terminar su carta, les dijo: “El mismo Señor de paz os de siempre paz en toda manera”. La expresión “el Dios de paz” es común en el Nuevo Testamento, pero solo aquí leemos “el Señor de paz”.

Querido hijo de Dios, el Señor es la fuente y el manantial de paz que necesitas hoy. Sus reservas jamás se agotan durante la sequía. Sus graneros jamás están vacíos durante la hambruna. Él tiene a su disposición todos los medios posibles para calmar tus temores, confirmar tu corazón, reducir la presión de las circunstancias y ali­viar tus ansiedades. Él sabe cómo calmar la tormenta (Mr. 4:17- 41) y silenciar los gritos de duda que salen de lo profundo de tu corazón. Él puede endulzar las aguas amargas y sanar tu espíritu herido. ¡Recuerda estas palabras: “paz [siempre] en toda manera”! El “mismo Señor de paz” lo puede hacer por ti.

P. Ramsay

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