El Señor Está Cerca

Miércoles
31
Diciembre

Los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder.

(Apocalipsis 4:10-11)

El día de la coronación

Durante la graduación de una escuela bíblica, se interpretó el himno «¿Is it the crowning day?» (¿Es el día de la coronación?). Desafortunadamente, alguien cometió un error tipográfico en las hojas impresas con el himno y el título era: «Is it crowing day?» (¿Es el día del cacareo? –En este sentido, cacarear significa jactarse o alardear). Este error tipográfico, en el que se omitió una letra, nos hace meditar.

En aquel día, cuando nos postremos en adoración ante el Señor, no habrá ni un ápice de jactancia o vanidad. Cristo llenará nuestra visión; nuestras bocas se llenarán con sus alabanzas; y nuestros corazones de su dignidad. Lanzaremos nuestras coronas a sus pies, reconociendo que cualquier servicio que hayamos realizado para él fue posible únicamente por su gracia y fortaleza. En el día de la coronación, no habrá jactancia, sino que toda la gloria será para nuestro Señor Jesús.

Sin embargo, la Palabra de Dios nos presenta varias coronas que les serán otorgadas a los creyentes:

– La corona incorruptible (1 Corintios 9:24-27)

– La corona de gozo (1 Tesalonicenses 2:19)

– La corona de justicia (2 Timoteo 4:8)

– La corona de la vida (Santiago 1:12)

– La corona de gloria (1 Pedro 5:4)

Que la motivación de nuestros corazones sea ganar estas coronas para poder lanzarlas a los benditos pies de nuestro Señor. Olvidémonos de la jactancia en nuestra vida actual, pues ciertamente no nos jactaremos en aquella bendita hora.

Grant W. Steidl

H. Rossier

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