El Señor Está Cerca

Jueves
30
Noviembre

Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Andad, ofreced sacrificio a vuestro Dios en la tierra.

(Éxodo 8:25)

Andad, servid a Jehová vuestro Dios. ¿Quiénes son los que han de ir?

(Éxodo 10:8)

Dejar Egipto atrás (1)

Cuando Dios quiso sacar a su pueblo de Egipto, el Faraón trató de llegar a un acuerdo –obviamente, este acuerdo buscaba mantener a los israelitas como sus esclavos. Faraón le hizo tres ofertas a Moisés, y cada una de ellas habría impedido que la salvación del pueblo fuera completa, tal como estaba en los pensamientos de Dios.

(1) El primer intento de acuerdo fue: “Ofreced sacrificio a vuestro Dios en la tierra”. Y el mundo continúa preguntando: «¿Por qué necesitas salir? Tienes derecho a opinar, pero ¿para qué ser tan exigente? ¿Por qué un viaje de tres días al desierto? ¿Por qué separarte del entorno en el que creciste y de gente tan buena como tú?» ¡Ah, no tienen idea de lo que significa aquel viaje de tres días: simboliza la muerte y la resurrección de Cristo, por lo que, moralmente, ya no somos de este mundo, ¡así como él tampoco es de este mundo! ¡Qué contraste! Egipto, rico, civilizado, autocomplaciente, idólatra –y, al otro lado, ¡el desierto! Sin embargo, solo en el desierto se pueden ofrecer sacrificios a Dios.

(2) Faraón recurrió entonces a otra estratagema: “Andad, servid a Jehová vuestro Dios. ¿Quiénes son los que han de ir?” A lo que Moisés respondió: “Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros viejos, con nuestros hijos y con nuestras hijas; con nuestras ovejas y con nuestras vacas hemos de ir; porque es nuestra fiesta solemne para Jehová” (Éx. 10:9). Faraón dijo: “¡Así sea Jehová con vosotros! ¿Cómo os voy a dejar ir a vosotros y a vuestros niños? ¡Mirad cómo el mal está delante de vuestro rostro! No será así; id ahora vosotros los varones, y servid a Jehová, pues esto es lo que vosotros pedisteis” (v. 10-11). Al retener a sus hijos, él se aseguraba de que los israelitas no se alejarían demasiado. Lo mismo sucede en el ámbito espiritual en el día de hoy. Muchos vuelven al mundo a causa de sus hijos, a quienes no han podido sacar del mundo junto con ellos.

F. W. Grant

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