Martes
31
Octubre
Quitaré de vuestra carne el corazón de piedra.
¿Piedras en el corazón?
Aunque este versículo está dirigido a Israel, podemos extraer de él una aplicación muy práctica para nosotros. Consideremos tres piedras indignas que hay en el corazón humano y que pueden impedirnos seguir a Jesucristo:
- Comodidad: “El que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo” (Lc. 14:27). Si tu su corazón está empeñado en mantener una vida cómoda, eso te le impedirá seguir a Cristo. Jesús deja muy claro que seguirlo implicará un costo, y que habrá dolor. Así que, si su corazón se empeña en elegir el camino más fácil, no seguirá a Cristo muy lejos.
- Apreciar el pecado: “La luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Jn. 3:19). ¿Cuántas personas dejaron de seguir a Cristo porque su corazón se empeñó en perseguir un deseo sexual? Satisfacer el apetito sexual se ha convertido en un dios para muchas personas hoy en día. Si eso es lo que más le importa, le impedirá seguir a Cristo.
- El yo: “Sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (Gn. 3:5). ¿Puede ver qué quería decir Satanás con esto?: «Eva, ¿por qué Dios y no tú? ¡Tú puedes ser tu propio dios! Puedes decidir por ti misma lo que es bueno y lo que es malo». Usted no puede ser un adorador de Dios si se empeña en ser su propio dios. El deseo de ser su propio dios es una piedra en el corazón que resiste a Jesucristo.
Querido lector, ¿tiene alguna de estas cosas que le impiden seguir a Cristo? ¡Es hora de aligerar su carga y dejar algunas piedras para poder seguir al Señor Jesucristo!
Tim Hadley Sr.
¡Oh dulce Amigo! Cerca de Ti,
La senda quiero firme seguir;
Sentir yo quiero que more en mí
Tu santa gracia para vivir.
V. Mendoza