El Señor Está Cerca

Miércoles
5
Abril

¿Y qué más diré? Pues el tiempo me faltaría para contar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas.

(Hebreos 11:32)

Los últimos hombres de fe mencionados en Hebreos 11

Estos son los últimos nombres que se mencionan en este gran listado de los que “alcanzaron buen testimonio mediante la fe” (v. 39). Sin embargo, incluso estos cometieron errores. Tanto Gedeón como Barac tenían temor. El Señor tuvo que animar a Gedeón, no solo cuando lo llamó, sino también en vísperas de su gran victoria contra Madián (Jue. 6:23; 7:10). Barac obedeció la orden de Dios de luchar contra los cananeos solo después de insistir en que Débora lo acompañara (Jue. 4:6-8).

Por otro lado, Sansón y Jefté fueron necios. A pesar de las claras instrucciones que le dio el Señor, la conducta de Sansón estuvo desde el principio al límite de lo apropiado. Como nazareo, él no podía comer uvas, aún así se paseó por una viña. Jugó con las cosas espirituales, y este juego lo llevó a la vergüenza y a la pérdida de su fuerza (14:15-18; 16:13-21). La necedad de Jefté, por el contrario, estaba en sus palabras. Su voto imprudente fue la causa de la muerte de su única hija (Jue. 11:30-35). Incluso David y Samuel, que parecen ser los más íntegros entre estos últimos nombres, mostraron tendencias carnales. El adulterio de David lo llevó a planear la muerte de uno de sus mejores guerreros (2 S. 11). Samuel, ya anciano, demostró que seguía confiando en la apariencia exterior del hombre, algo que Dios tuvo que corregir (1 S. 16:6-7).

Hebreos 11 nombra estos grupos de dos personas en orden cronológico inverso. En realidad, Barac vivió antes que Gedeón, Jefté antes que Sansón, y así sucesivamente. Este orden moral puede servirnos de instrucción y advertencia: nuestros errores suelen afectar a otros, mucho más de lo que pensamos. Pero, a pesar de los errores en nuestra historia o en nuestra vida personal, no todo está perdido. A pesar de sus errores, Dios no quiso excluir a estos hombres de su listado de honor. Y también puede utilizarnos a nosotros. “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse” (Pr. 24:16).

Stephen Campbell

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