El Señor Está Cerca

Miércoles
8
Febrero

Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

(Juan 15:4)

Separado de Cristo, el creyente nada puede hacer

Cristo es la única respuesta a todas nuestras luchas contra el pecado. Solo en él se halla el poder que necesitamos para obtener la victoria. Mientras mantengamos cierta confianza en nosotros mismos y luchemos con nuestras propias fuerzas, solo impediremos que el Señor trabaje por medio de su Espíritu en nuestras vidas.

La imagen de la vid y los sarmientos nos ofrece una sencilla ilustración de cómo actúa este poder de Cristo. ¿De dónde obtiene el pámpano el poder para producir un fruto tan maravilloso? Ciertamente, no por su propio esfuerzo, sino por permanecer en contacto vivo con la vid. Lo mismo ocurre con el cristiano. No tiene poder en sí mismo para producir fruto, aunque su nueva naturaleza anhela hacerlo. Todas sus luchas, libradas solo con sus propias fuerzas, solo conducen a un miserable fracaso y a la derrota. Pero cuando el creyente mira al Señor, el poder que fluye del Señor a través del Espíritu Santo le da la victoria sobre el pecado; trae gozo y paz, y produce fruto en su vida. Tenemos otra ilustración de esta verdad en Mateo 14:28-33. Pedro no tenía poder en sí mismo para caminar sobre el agua, y lo sabía. Mientras mantuvo sus ojos en el Señor, Pedro fue sostenido por el poder del Señor en cada paso que daba, pero cuando desvió su vista, entonces se comenzó a hundirse. ¿Qué hizo entonces? Clamó al Señor para que lo salvara, y el Señor inmediatamente extendió su mano y lo levantó. Lo mismo sucede en nuestra vida espiritual. No tenemos poder en nosotros mismos que nos permita caminar en el camino correcto, pero si no dejamos de confiar en el Señor y seguimos adelante, él nos dará poder a través de su Espíritu para caminar para su gloria. Cuando fallamos, debemos clamar a él por ayuda, como lo hizo Pedro, y él nos volverá a levantar.

Cristo es la respuesta a todo lo que nos preocupa. Sin él no podemos hacer nada. Si nos mantenemos en contacto con él, el resultado será gozo, paz y victoria.

E. C. Hadley

arrow_upward Arriba