De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.
Aunque el carácter moral de Juan era hermosamente sobresaliente, el Señor Jesús no estaba haciendo alusión a esto al hablar de esta forma. En lugar de eso, Él estaba hablando de Juan como aquel que Dios escogió para que fuera el precursor de Cristo –un honor que nadie más podía tener. Por lo tanto, Cristo está hablando de la grandeza y el honor dado a Juan. No estaba hablando de la grandeza moral del más pequeño en el reino de los cielos, sino la grandeza de la posición dada por Dios a todo verdadero creyente en esta presente época de gracia.
El Rey ciertamente tendría un reino, pero Juan no formaría parte de él mientras estuviese aún en la tierra. El Señor nos dice en Lucas 16:16: «La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado».
El Señor Jesús, ¿tiene un reino en la actualidad? Sí que lo tiene, aunque este reino no es llamado el reino y la gloria de nuestro Señor, sino el reino y la paciencia de Cristo. Por el momento, el reino no tiene un carácter de manifestación pública, sino más bien una forma misteriosa.
También es cierto que la expresión «reino de los cielos» a veces se refiere solamente a los verdaderos creyentes, pero en otros casos también incluye a aquellos que falsamente dicen ser creyentes. El Señor sacará de su reino todas las cosas que lo ofendan. No podemos decir que tales personas son mayores que Juan el Bautista.
En la actualidad, todos los verdaderos creyentes no son solamente súbditos estimados del reino, sino miembros del cuerpo de Cristo, la Iglesia, habitados por el Espíritu de Dios y bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo. Juan nunca conoció este gran honor, aunque en gloria él estará con el Señor Jesús y será hecho semejante a Él.
L. M. Grant