Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda.
Una de las características distintivas del Levítico es el gran nivel de detalles dado a las ofrendas que se hallan en los capítulos 1 al 8. Un estudiante diligente de la Palabra será ricamente recompensado en su estudio de estos capítulos. En los capítulos 1 al 6 vemos las cinco grandes ofrendas: el holocausto, la ofrenda vegetal, la ofrenda de paz, y las ofrendas por el pecado y por la culpa. Cada sacrificio presenta un aspecto diferente de la Persona y la obra del Señor Jesucristo. Por ejemplo, en el Holocausto vemos la obediencia de Cristo hasta la muerte para la gloria de Dios, pero también para permitir que nosotros seamos llevados en el favor de Dios y para su gloria. En la ofrenda vegetal vemos retratada la humanidad perfecta y santa de Cristo, su vida vivida en perfección para la complacencia de Dios.
Estas ofrendas pueden dividirse en dos categorías: ofrendas de «olor grato» y de «olor no grato». Las «ofrendas de olor grato» eran primordialmente para Dios, mientras que las ofrendas por el pecado y por la culpa también enfatizaban las necesidades del israelita como pecador. En la primera categoría, aquel que presenta la ofrenda es identificado con el sacrificio, una figura de que nosotros hemos sido plenamente aceptados en el Amado (Efe. 1:6), y en la segunda categoría, el sacrificio es el que se identifica con el que ofrecía, en este caso, vemos representado el hecho de que Cristo fue hecho pecado por nosotros (2 Cor. 5:21).
El capítulo 16 de Levítico es uno de los capítulos más interesantes e importantes de toda la Biblia. Este explica el ritual más santo de todo el calendario judío: el día de la expiación. Este capítulo nos presenta las doctrinas de la propiciación y la sustitución, las cuales son tipificadas por medio de los dos machos cabríos de la ofrenda por el pecado. Hebreos 9 está basado mayormente en estas figuras del día de la expiación que se nos presentan en Levítico 16. Entre más excaves en este maravilloso libro, más comprenderás cuán valioso es el Levítico para el cristiano.
Brian Reynolds