El Señor Está Cerca

Lunes
15
Agosto

Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche.

(Nehemías 4:9)

Velar y orar

¿Alguna vez has orado con tus ojos abiertos? En mi caso, tengo la costumbre de orar mientras voy manejando solo por la autopista. Encuentro que es un buen momento para estar a solas con el Señor. Si cerrara mis ojos mientras manejo y oro, ¡no tardaría en meterme en problemas! ¡Es bueno velar y orar! Nehemías había establecido una guardia a causa del peligro de los enemigos que los acechaban. Este fue el secreto de su victoria sobre el enemigo, el cual se oponía a la reconstrucción de los muros de Jerusalén. Pero también es la forma de obtener la victoria en nuestras vidas.

En Marcos 13:33 se nos instruye a «velar y orar» en vista a las condiciones complejas que existirían en el mundo. Velar y orar también es el secreto para ser victoriosos sobre la carne. Cuando estaban en el huerto de Getsemaní, Jesús les hizo la siguiente advertencia a Pedro, Santiago y Juan: «Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil» (Marcos 14:38). Más adelante, sabemos que Pedro no oró con sus «ojos abiertos» y se dirigió derecho a la tentación, llegando a negar al Señor.

Velar y orar también nos dará la Victoria sobre el diablo. En Efesios 6:10-18, Pablo describe al adversario que los creyentes enfrentamos y la armadura que debemos vestir. La victoria espiritual proviene de velar y orar. Pedro nos dice: «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar» (1 Pe. 5:8). Pablo le recordó lo siguiente a los Colosenses: «Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando… para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo» (Col. 4:2-3). Velar implica observar y discernir las necesidades que nos rodean. Orar es depender de Dios completamente para suplir tales necesidades. Velar y orar debe afectar cada área de nuestras vidas.

Tim Hadley Sr.

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