El Señor Está Cerca

Miércoles
9
Marzo

Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

(Juan 17:14)

Cristo orando al Padre (5)

En su oración al Padre, el Señor pidió algo para sí mismo (v. 1-5) y luego para sus discípulos, distanciándose de Judas, el hijo de perdición (v. 6-19). Muchos aspectos de esta segunda parte de su oración (incluyendo el versículo de hoy) se aplican a los creyentes de hoy en día, como discípulos de Cristo. En la tercera parte de su oración, Cristo pidió por aquellos que habían de creer por medio del ministerio de los apóstoles, lo cual también incluye a la generación de hoy en día.

El Señor Jesús tenía en vista su gloria venidera así como nuestro futuro con Él. También contrasta lo que pertenece a Dios –«Tu Pala­bra»– con lo que se relaciona con el sistema de este mundo que se opone a Dios. Por lo tanto, qué esencial que los creyentes utilicen este maravilloso recurso divino, tan bien equipado, capaz de mante­nerse firme en este mundo. «Tu Palabra» enfatiza su relación con el Padre, pues revela quién es Él, qué le concierne y qué proviene de Él. A través de ella, el Padre se comunica con nosotros. Obviamente esto no puede disociarse de Cristo mismo, la Palabra viva, y de la acción del Espíritu Santo quien da la vida.

Hay una perfección asombrosa en esta oración, pues en siete oca­siones Cristo dice que Él ha hecho algo:

1.- «Yo te he glorificado en la tierra» (v. 4);

2.- «He acabado la obra que me diste que hiciese» (v. 4);

3.- «He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste» (v. 6);

4.- «las palabras que me diste, les he dado» (v. 8)

5.- «yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé» (v. 12);

6.- «Yo les he dado tu palabra» (v. 14);

7.- «Así yo los he enviado al mundo» (v. 18).

Todo está asegurado en estas siete declaraciones. ¡Alabado sea su nombre!

Alfred E. Bouter

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