Los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas.
(Isaías 40:31 RVA-2015)
En Isaías 40:31 la palabra “esperar” involucra simple y sencillamente el mirar a Él. También implica esperar por Él y esperar recibir de Él. Es una palabra muy completa. Es por eso que se traduce tan diversamente. Una sola palabra en castellano no puede otorgar todo su significado. Debemos esperar solamente en Dios. Debemos mirar a Él; esperar por Él; y esperar solamente de Él. Al hacer este ejercicio, profundizamos en el conocimiento de lo que está en la mente de Dios; y eso desplaza otras cosas que han estado en nuestras propias mentes y que no son conforme a la suya.
¿Quién ha sido Su consejero? ¿Quién le ha mostrado el camino del entendimiento? Cuando esperamos en Dios, Él nos da a conocer sus consejos y dirige nuestras mentes en el camino del entendimiento. Sus pensamientos, no los que se originan en nuestras mentes, ¡permanecerán! Su fortaleza, no la nuestra, ¡prevalecerá! Y esto es lo que Él quiere que poseamos. Él dice: “se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado”; y nuevamente: “Los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas” (Is. 40:5, 31).
La palabra de nuestro Dios permancerá para siempre (v. 8). Miremos a los cielos—Él los creó, así como a todas sus estrellas. Miremos a lo ancho de la tierra—Él peso los montes; juntó el polvo de la tierra; ¡y midió las aguas del mar con el hueco de su mano! Todas estas cosas manifiestan su eterno poder y divinidad. Incluso las naciones (tan prominentes por sus conflictos y la ingenuidad de la destrucción que acarrean) son para Él como el polvo menudo en una balanza. “Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es” (v. 17).
¡Espera en Él!
H. J. Vine