Índice general
Sobrevivir en Babilonia – o vencer en un mundo profano
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1 - El destino de Daniel en Babilonia: una imagen para los cristianos
El rey de Babilonia había llevado al cautiverio a cuatro jóvenes (Daniel y sus amigos). Hoy, los jóvenes cristianos están bajo la influencia del rey de Babilonia en un mundo profano. Es un tipo de Satanás que aparece en las Escrituras bajo diferentes imágenes:
- El león rugiente –la persecución abierta: «Sed sobrios y velad: vuestro adversario el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar» (1 Pe. 5:8).
- El dragón –ferocidad, brutalidad: «El gran dragón, la serpiente antigua, el llamado diablo y Satanás» (Apoc. 12:9).
- La serpiente –las astucias: «La serpiente era astuta, más que todos los animales del campo» (Gén. 3:1). «Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las artimañas del diablo» (Efe. 6:11).
- • Un ángel de luz –engaño: «El mismo Satanás se disfraza de ángel de luz» (2 Cor. 11:14).
[1] En el canon judío (Tanaj), el libro de Daniel forma parte de los «escritos» (Ketuvim) y no de los «profetas» (Neviim).
2 - Las estrategias de Satanás
Este enemigo tan astuto y peligroso utiliza varias estrategias para engañar a los jóvenes cristianos.
2.1 - Un cambio de ubicación
«Los trajo a tierra de Sinar» (Dan. 1:2).
Para comenzar con una aplicación típica, nuestro «país» es Canaán (lugares celestiales). Los cristianos son un pueblo celestial y Satanás quiere alejarnos de eso y centrarnos en la tierra. Si tenemos nuestras mentes orientadas hacia la tierra, él está muy contento, porque esto hará que nos involucremos en todo tipo de asuntos y deseos terrenales, y esto hará que perdamos los beneficios reales de nuestra posición cristiana.
Quizás haya aquí una lección práctica para muchos jóvenes. Cuando los jóvenes cristianos tienen que dejar el hogar familiar para ir a otro lugar a estudiar o trabajar, pierden su «hogar» o «casa» cristiana –su familia cristiana, sus amigos cristianos y su asamblea cristiana. En el nuevo lugar, las cosas pueden ser más difíciles, y Satanás utilizará la incertidumbre resultante para ofrecer alternativas dudosas. Es bueno que los jóvenes cristianos en esta situación tengan una base sólida para su fe, basada en las Escrituras, y que estén en estrecha relación con su Señor.
2.2 - Un cambio de propósito en la vida
«Para estar en el palacio del rey» (Dan. 1:4).
Satanás y el mundo quieren utilizar a los cristianos para sus propios fines. Es tentador dedicar todo nuestro tiempo y energía a hacer carrera en este mundo. Pero como cristianos, deberíamos considerar primero cuál es el propósito de Dios para nuestras vidas. Un versículo del Antiguo Testamento nos ayuda a entenderlo: «Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará» (Is. 43:21). Dios nos ha formado para él para que podamos glorificarle y alabarle. Si esto está en el primer plano de nuestra mente, nos ayudará a encontrar, en nuestra carrera terrenal u otras responsabilidades, aquello que honre a nuestro Señor y Salvador.
2.3 - Un cambio de lenguaje
«Y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos» (Dan. 1:4).
El mundo quiere tratar de influir en nuestra forma de hablar. ¿Se puede ver una diferencia en nuestra forma de hablar? Tenemos el ejemplo de nuestro Señor: «Todos le daban testimonio y estaban admirados ante las palabras de gracia que salían de su boca» (Lucas 4:22). Y las exhortaciones de Pablo son claras: «Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca» (Efe. 4:29). «Vuestra palabra sea siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno» (Col. 4:6). La gracia abre el corazón, la sal llega a la conciencia.
El lenguaje también transmite una visión del mundo. Si las personas de este mundo utilizan expresiones como “vivo con mi pareja” o “atracción por el mismo sexo”, están transmitiendo un determinado sistema de valores morales. El cristiano corre el peligro no solo de utilizar ese lenguaje, sino también de conformarse poco a poco con el sistema de valores que lo sustenta. Que nuestros valores se basen en la Palabra de Dios y no en lo que escuchamos a nuestro alrededor.
2.4 - Un cambio de alimentación
«Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años» (Dan. 1:5).
Hay tres puntos interesantes en este versículo.
En primer lugar, Satanás tiene una porción diaria que buscará darnos. Solo como ejemplo, hay tanta información y otros “contenidos” en Internet que bombardean al joven cristiano pero que no son ni nutritivos ni útiles. Dios también tiene una porción diaria para nosotros cuando acudimos a su Palabra diariamente para alimentar nuestras almas.
En segundo lugar, el vino de este mundo acabará con nuestro nazareo. El nazareno era una persona devota a su Señor. No se le permitía beber vino, que evoca la alegría terrenal (Sal. 104:15), porque incluso los placeres terrenales pueden entrar en conflicto con una vida de dedicación o consagración al Señor. Los placeres terrenales son un obstáculo aún mayor para la verdadera fidelidad y el servicio al Señor.
En tercer lugar, Satanás sabe que se necesita tiempo para corromper completamente a un cristiano (como se ve en las palabras para criarlos «tres años»), y está dispuesto a trabajar pacientemente para lograr este objetivo. Al principio podemos superar sus tentaciones, pero con el tiempo muchos han cedido a sus ataques. Fortalezcámonos con la fuerza del Señor y revistamos toda la armadura de Dios.
2.5 - Un cambio de nombre
«El jefe de los eunucos puso nombres» (Dan. 1:7).
En los tiempos bíblicos, una persona que tenía poder sobre otros podía cambiar sus nombres. Así es como el rey de Babilonia cambió los nombres de Daniel y sus amigos. Pero también había algo más sutil detrás de esto. Los nombres de Daniel y sus amigos se referían a su Dios y a su fe.
En DaniEl y MishaEl: El = Dios
En HanaIah y AzarIah: Iah/Jah = Yahvé/Jehová
Los nuevos nombres no hacían ninguna referencia al Dios de Israel. Seamos claros: Satanás quiere ocultar nuestra verdadera identidad. Si nada en nuestras vidas muestra que somos cristianos, él estará muy complacido porque entonces nuestras vidas no serán para la gloria de Dios. Pidámosle el valor de confesar, siempre que sea posible, que somos de Cristo.
3 - El secreto de Daniel: cuatro “estrategias de supervivencia”
¿Cómo superó Daniel las tentaciones de Satanás? ¿Y cómo podemos superar las tentaciones de nuestro tiempo? Veamos cuatro de las “estrategias de supervivencia” de Daniel.
3.1 - El propósito del corazón
«Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía» (Dan. 1:8).
Nuestras decisiones comienzan en nuestros corazones. Daniel había tomado una decisión con un corazón decidido. El salmista en el Salmo 119 subraya varias veces que debemos seguir al Señor con todo nuestro corazón (por ejemplo, en el v. 10: «Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviarme de tus mandamientos»).
También lo vemos en Esdras, el hombre de Dios: «Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos» (Esd. 7:10).
No es diferente en los tiempos del Nuevo Testamento. Bernabé, al que se describe como un hombre bueno (Hec. 11:24), exhortaba a los cristianos de Antioquía de la misma manera: «Cuando él llegó y vio la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a permanecer unidos al Señor con corazón firme» (Hec. 11:23).
3.2 - Los buenos amigos
«Se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros, para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia» (Dan. 2:17-18).
En el Salmo 119:63, el salmista dice: «Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos». ¿Qué tipo de amigos elegimos? Para Daniel (y el salmista), los verdaderos amigos de un creyente eran:
- personas piadosas («todos los que te temen»);
- creyentes que aman la Palabra de Dios (los que «guardan tus mandamientos»); y
- amigos para orar (este incidente en la historia de Daniel parece ser uno de los primeros casos de oración colectiva en la Biblia).
3.3 - Tiempo de oración con el Señor
«Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes» (Dan. 6:10).
Podemos aplicar algunos de los puntos de este pasaje a nuestros propios momentos de silencio con el Señor:
- «en su casa» - Daniel tenía un lugar de soledad y tranquilidad donde podía tener un tiempo de comunión con su Dios;
- «tres veces al día… como solía hacer» –orar era claramente un hábito regular para Daniel;
- «Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa» –¡sabía dónde ir en caso de necesidad!
- «Delante de su Dios» –tenía una relación personal con Dios. Era su Dios.
3.4 - Un lector y un estudiante fiel de la Palabra de Dios
«En el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años» (Dan. 9:2).
Daniel estudiaba las Escrituras de forma regular e intensiva. Por lo tanto, era capaz de aplicar la Palabra de Dios a su tiempo y juzgar sus circunstancias a la luz de ella. El Nuevo Testamento tiene mucho que decir sobre los «últimos días» en los que vivimos. Si estudiamos las Escrituras, seremos capaces de aplicar la Palabra de Dios a nuestras vidas y a las situaciones con las que nos enfrentamos y actuar sabiamente y de acuerdo a Su voluntad.
Atrévase a ser un Daniel,
¡Atrévase a estar solo!
¡Atrévase a tener un propósito firme!
Atrévase darlo a conocer.
Verdad y Testimonio, 2022-3 p.95