El gozo de ser salvo


person Autor: La Bonne Semence 2

flag Tema: El gozo del creyente


(Jesús dijo:) «Alegraos porque vuestros nombres estén escritos en el cielo» (Lucas 10:20).

«Los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo» (Hec. 13:52).

«Vuélveme el gozo de tu salvación» (Sal. 51:12).

 

Jesús envió a sus discípulos a predicar el Evangelio. Cuando regresaron, se alegraron al pensar en los resultados de su misión. Pero el Señor los orienta hacia un gozo más profundo, el de saber que sus nombres están escritos en el cielo. ¡Qué gozo saber que le pertenecemos, que estamos salvados para la eternidad!

Sin embargo, mi gozo puede empañarse, y a veces parece apagarse. ¿Significa esto que ya no le pertenezco? No, porque no es el gozo el que me da la certeza de estar salvado. Estoy salvado por la obra de Cristo, y tengo la certeza de ello a través de la Palabra de Dios. Mi gozo depende de mi estado espiritual. La obra de Cristo no puede ser reprobada, por lo que nuestra salvación no puede ser quitada (Juan 10:28-29). En cambio, si nuestro estado espiritual no es bueno, es posible que dejemos de apreciar el privilegio de pertenecer a Dios, como un niño que quiere alejarse de sus padres.

Tal vez porque nos falta paciencia y dominio de nosotros mismos ante las dificultades, o porque estamos demasiado absortos en los asuntos de la vida, nos hemos distanciado de Dios, nuestro Padre. Así se pierde nuestro gozo, pero no nuestra salvación. Depende de la obra de Cristo por nosotros. Si el Espíritu de Dios está contristado en nosotros, seguimos siendo salvos, pero privados del gozo de ser salvos. Cuando un hijo de Dios no está en un buen estado interior, su comunión con el Padre se interrumpe, pero sigue siendo hijo de Dios. Si confiesa su pecado, se restablece la comunión y vuelve el gozo.


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