Dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.
No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
La mayoría de las señales y obras de Elías se caracterizaron por el fuego y el juicio, por lo que podríamos preguntarnos cuál sería el resultado de una doble porción de su espíritu. Sin embargo, al leer acerca de las señales y obras de Eliseo, es sorprendente ver que la mayoría de ellas estuvieron caracterizadas por la gracia. No es que ya no hubiera juicio (véase 2 R. 2:24), sino que la gracia se manifestó maravillosamente a un pueblo necesitado.
¿Y qué decir de Aquel que vino a este mundo y recibió el Espíritu sin medida (véase Jn. 3:34)? La obra de su gracia dará como resultado un eterno cántico de alabanza, entonado por innumerables miríadas de redimidos. “Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia” (Jn. 1:16). En Cristo vemos la plena manifestación de la gracia y el amor de Dios hacia los pecadores necesitados.
Sin embargo, también se nos dice proféticamente que “la justicia y el juicio son el cimiento de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro” (Sal. 89:14). Por lo tanto, así como la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo, él también será quien ejecute el juicio de todas las cosas (véase Jn. 1:17; 5:22). En el Apocalipsis leemos acerca de siete lámparas de fuego que ardían delante del trono, “las cuales son los siete espíritus de Dios” (Ap. 4:5): se trata del Espíritu de Dios en plena actividad en relación con el juicio.
Mientras tanto, seguimos viviendo en el día de la gracia y la paciencia de Jesucristo. La voluntad de Dios es que seamos llenos del Espíritu y que andemos por el Espíritu (véase Ef. 5:18; Gá. 5:16). Si permitimos que el Espíritu “de poder, de amor y de dominio propio” realice su obra en nuestras vidas, entonces también nos caracterizaremos por un espíritu de gracia y verdad, y seremos útiles en las manos del Señor para satisfacer las necesidades de aquellos que nos rodean.
Alexandre Leclerc