VOLVER

A - Verbos

Hapak (2015, הָפךְ), «volver, dar vueltas, rodear, evadir, cambiar, transformar». Este es un término común que se encuentra durante todos los períodos del hebreo; también se halla en otras lenguas semíticas, incluyendo el antiguo acádico. Aparece unas 100 veces en hebreo bíblico y a partir de Gén. 3:24 (donde el verbo indica una acción reflexiva): «Una espada encendida que se revolvía por todos lados» («que giraba» LBA; «se movía» RVA; «oscilaba» NBE).

En su acepción más sencilla, hapak expresa movimiento de un lado a otro, como «volver las espaldas» (Jos. 7:8) o como limpiar «un plato, que se friega y se vuelve boca abajo» (2 Reyes 21:13). Algo parecido es lo que dice Oseas acerca de Israel: «Fue torta no volteada» (Oseas 7:8; «a la cual no se le ha dado la vuelta» RVA). Sobre la acepción «transformar» o «cambiar» encontramos una extraordinaria ilustración en el relato del encuentro de Saúl con el Espíritu de Dios. Samuel promete que Saúl sería «cambiado en otro hombre» (1 Sam. 10:6, BJ); cuando el Espíritu vino sobre él, «le cambió Dios el corazón» (10:9 BJ). Otros ejemplos de cambio son el de mente que experimentó el faraón (Éx. 14:5; literalmente, «el corazón de faraón se volvió contra el pueblo»); la vara de Aarón que se «volvió» culebra (Éx. 7:15); la danza que se «cambia» en luto (Lam. 5:15); el agua que «se convierte» en sangre (Éx. 7:17); y el sol que «se convierte en tinieblas, y la luna en sangre» (Joel 2:31). En Salmo 41:3 se nos presenta una dificultad en la traducción de hapak. Literalmente dice: «Todo su lecho tú [Yahveh] cambias en su enfermedad». En vista del paralelismo poético al interior del versículo, el significado debe tener algo que ver con la restauración de la salud. Por eso, la LBA lo traduce: «En su enfermedad, restaurarás su salud». O bien podría significar solo un cambio de sábanas: «Mullirás toda su cama en su enfermedad».

La traducción de la RVR de Isa. 60:5 nos puede parecer extraño hoy: «Porque se haya vuelto a ti la multitud del mar». La traducción de la RVA queda un poco más clara: «La abundancia del mar se habrá vuelto a ti». La BJ recoge mejor el significado del hebreo: «Porque vendrán a ti los tesoros del mar».

Sabab (5437, סבב), «dar vueltas, rodear, virar (cambiar de dirección)». Este verbo aparece únicamente en hebreo (incluyendo posbíblico) y en ugarítico. Hay nombres con los mismos radicales en arábigo y acádico. En hebreo bíblico el término se constata, en todos los períodos, unas 160 veces.

Básicamente el verbo indica un movimiento circular, como «volverse, virar en redondo, dar un giro, tomar una curva». Primero, el término se refiere a este movimiento de manera general. El primer caso de sabab que contiene esta acepción está en Gén. 42:24, donde José «se apartó» de sus hermanos y lloró. El texto no nos dice hacia dónde partió, solo que, volviéndoles las espaldas, se retiró de ellos. Asimismo, cuando Samuel recibe la noticia de que Saúl «dio la vuelta, y pasó adelante y descendió a Gilgal» (1 Sam. 15:12; cf. LBA), no dice precisamente que invirtió la marcha (como lo sugiere el uso de «volver» en la RVA) para llegar a Gilgal desde donde estaba en Carmel. Guiados por Dios, Israel «dio un rodeo» (por una ruta apartada) en dirección a la tierra prometida. Dios quiso evitar que el pueblo tuviera que enfrentarse con los filisteos, un hecho inevitable de haber proseguido en vía directa hacia el norte en su viaje de Egipto a Palestina. Por eso Dios les guió a través del desierto hacia su destino por una ruta inusitada: «Más bien, Dios hizo que el pueblo diese un rodeo por el camino del desierto hacia el mar Rojo» (Éx. 13:18 RVA). Uno de los pasajes que más claramente ilustra esta acepción es Prov. 26:14 que habla de las puertas que «giran sobre sus bisagras» (RVA). Una ampliación de este significado se halla en 1 Sam. 5:8-9, «remover, trasladar»: «Que se traslade el arca del Dios de Israel a Gat. Y trasladaron el arca del Dios de Israel. Y sucedió que cuando la habían trasladado, la mano del SEÑOR estuvo contra la ciudad» (LBA; cf. 2 Reyes 16:18).

Un segundo énfasis de sabab es «rodear, circunvalar» o proseguir u organizar en un círculo. José dice a su familia: «Y mi gavilla se levantaba y se mantenía erguida, mientras que vuestras gavillas la rodeaban y se inclinaban ante la mía» (Gén. 37:7 RVA). Las gavillas se movieron hasta formar un círculo alrededor de la gavilla de José. Se describe esta misma acción cuando Israel sitió a Jericó, con el dato adicional del desfile religioso que circuló alrededor de la ciudad: «Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez» (Jos. 6:3). Cuando se usan «ir» y «dar vuelta» juntos es para indicar un viaje circular (circuito). De Samuel se dice que hacía un circuito anualmente (1 Sam. 7:16). Otra variante del mismo énfasis es «rodear» un territorio para no atravesarlo: «Partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino» (Núm. 21:4).

Sabab puede indicar un movimiento circular completo, o sea, literal o figurativamente cercar a alguna persona o algún objeto. Este es el énfasis (según muchos estudiosos) la primera vez que aparece en la Biblia: «El nombre del primero era Pisón. Este rodeaba toda la tierra de Havila» (Gén. 2:11 RVA). Otro ejemplo con el mismo matiz está en Jueces 16:2: «Lo rodearon [a Sansón], y acecharon toda aquella noche a la puerta de la ciudad». Cuando David habla de que «las ligaduras de Seol» le han rodeado quiere decir que los lazos de una celada le aprietan y aprisionan (2 Sam. 22:6). Sabab puede indicar la idea de sentarse alrededor de una mesa. Por eso Samuel le dijo a Isaí que buscara a David: «No nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí» (1 Sam. 16:11).

Un tercer uso del verbo es «cambiar de dirección». Puede ser un cambio hacia afuera: «Y no ande la heredad rodando de una tribu a otra» (Núm. 36:9); Dios ordena que las hijas de Zelofehad cumplan con la costumbre de casarse dentro de la familia de los padres para no interrumpir la circulación de las heredades. Queda aun más clara la connotación en 1 Sam. 18:11: «Pero David le esquivó [«evadió» LBA] dos veces» (RVA); no cabe duda que David se proponía apartarse lo más lejos posible de Saúl (cf. 1 Sam. 22:7). Sabab se usa además para indicar un cambio de dirección, como en Núm. 34:4: «De allí la frontera sur torcerá hacia la cuesta de Acrabim» (RVA; «cambiará de dirección» LBA).

Este énfasis tiene tres matices especiales. Primero, el verbo puede significar «explorar, merodear», por ejemplo, en busca de agua: «Anduvieron rodeando por el desierto siete días de camino, les faltó agua para el ejército, y para las bestias que los seguían» (2 Reyes 3:9). Algunos estudiosos sugieren que esta es la idea expresada en Gén. 2:11 que el río Pisón, en lugar de fluir alrededor de Havila, serpenteaba a través de esa región. Segundo, sabab se usa también para comunicar la idea de «cambiar de manos» o «traspasar» una propiedad. Adonías dijo a la madre de Salomón: «Sabes bien que la realeza me pertenecía, pero la realeza se volvió [«cambió de manos» RVA; «fue traspasado» RVR] y fue para mi hermano» (1 Reyes 2:15 BJ). Tercero, sabab puede tener relación con «cambiar o convertir una cosa en otra»: «Toda la tierra se volverá como llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén» (Zac. 14:10).

B - Nombres

Sabîb (5439, סָבִִיב), «territorio circundante; circuito». Este nombre se encuentra unas 336 veces en hebreo bíblico. Aunque el término puede usarse como nombre, por lo general aparece como un adverbio o una preposición. En 1 Cr. 11:8 sabîb indica un «territorio circundante»: «Él edificó la ciudad alrededor, desde Milo hasta los alrededores» (RVA; «hasta la muralla circundante» LBA). El término también puede significar «circuitos o giros»: «El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo» (Ecl. 1:6). El primer ejemplo bíblico del término se encuentra en Gén. 23:17 y tiene que ver con «contornos o confines».

Otros nombres tienen relación con sabab: sibbah y nesibbah, ambos, indican «designio o causa»; sibbah se usa en 1 Reyes 12:15 y nesibbah en 2 Cr. 10:15. Mûsab aparece una vez significando «pasaje circular»: «Había mayor anchura en las cámaras de más arriba, a las que subía una escalera de caracol [mûsab] rodeando por dentro de la casa» (Ezeq. 41:7 RV-95). Mesab se encuentra 4 veces y se refiere a «circunvalación» o «redondo». Mesab se usa acerca de una «mesa circular» (Cant. 1:12) y de «lugares alrededor» de Jerusalén (2 Reyes 23:5).

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