GENERACIÓN

Dôr (1755, דור), «generación». Este nombre pertenece a una raíz común semítica que significa «duración» en semítico oriental y «generación» en semítico occidental. Los términos acádicos daru («larga duración») y duru («círculo») por su estructura parecen estar relacionados con la raíz del vocablo hebraico dôr.

En el Antiguo Testamento, la palabra dôr aparece unas 166 veces; 74 de estos casos tienen que ver con una repetición del término («dôr» más «dôr») que significa «siempre». La primera vez que aparece el vocablo es en Gén. 6:9: «Estas son las generaciones [el recuento de la vida] de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé».

Primero, «generación» se refiere concretamente al «lapso de una vida»: «Entonces Jehová dijo a Noé: Entra en el arca tú, y toda tu familia, porque he visto que tú eres justo delante de mí en esta generación» (Gén. 7:1). La Biblia describe una «generación» como «perversa» (Deut. 32:5) y otra como «justa» (Sal. 14:5). Otro matiz del elemento temporal de dôr es el lapso que abarca, a grosso modo, desde el nacimiento hasta la madurez del ser humano, lo que en el Antiguo Testamento equivale a unos 40 años (Núm. 14:33). Abraham recibió la promesa que cuatro «generaciones» de sus descendientes morarían en Egipto antes de heredar la tierra prometida. Se advierte a Israel que se mantenga fiel al Señor, de otra manera, el castigo se extendería hasta la cuarta «generación» (Éx. 20:5). En marcado contraste, el amor del Señor se extiende por mil «generaciones» de los que le aman (Deut. 7:9).

El elemento perdurable de la fidelidad del pacto divino se expresa de diversas maneras con la palabra dôr: «Por generación y generación es tu fidelidad; estableciste la tierra, y se mantiene firme» (Sal. 119:90 RVA).

El uso de dôr en Isa. 51 ilustra la doble perspectiva de «generación», que abarca tanto el futuro como el pasado. Isaías habla de la justicia perenne del Señor y dice que su liberación (salvación) es sempiterna (lit., «por siglos de siglos», v. 8). No obstante, en vista a la situación en que se encontraba Israel, Isaías suplicó que el Señor manifestara su poder amoroso en favor de su pueblo como en el pasado (lit., «generaciones del pasado», v. 9). Por tanto, dependiendo del contexto, dôr puede referirse al pasado, al presente o al futuro.

El salmista reconoció la obligación de una «generación» hacia las venideras: «Una generación celebrará tus obras ante otra generación, y anunciará tus poderosos hechos» (Sal. 145:4 RVA). Aun los de cabellos canosos tienen la oportunidad de instruir a la juventud (Sal. 71:17-18).

En la Septuaginta, dôr se traduce casi siempre con genea («generación»). «Generación» es la traducción más usual en la RV y sucesivas revisiones.

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