FORTALECER
A - Verbo
Jazaq (2388, חזַַק), «fortalecer, ser fuerte, endurecer, sostener». Este verbo se halla 290 veces en el Antiguo Testamento. Existe también la raíz en arameo y arábigo.
El vocablo aparece por primera vez en Gén. 41:56: «El hambre se extendió [jazaq] a todos los rincones del país» (RVA). La modalidad fuerte del verbo se usa en Éx. 4:21: «Yo endurecerı su corazón». Esta declaración se encuentra 8 veces, en las que se dice que «el corazón del faraón se endureció» (Éx. 7:13, 22; 8:19; 9:35). En Éx. 9:34 la responsabilidad del faraón queda clara cuando dice: «Pecó otra vez, y endureció su corazón» (LBA).
Con la acepción de fuerza personal, jazaq se usa por primera vez en Deut. 11:8 en el contexto del pacto: «Por tanto, guardad todos los mandamientos que yo os mando hoy, para que seáis fuertes y lleguéis a tomar la tierra» (RVA). Dios ordena a Moisés: «Fortalécelo [«anímalo» RVR] e infúndele valor» (Deut. 3:28 RVA). Junto con la promesa del pacto viene el mandato: «¡Esforzaos y sed valientes!», y la promesa: «No tengáis temor ni os aterroricéis de ellos, porque Jehová tu Dios va contigo. Él no te abandonará ni te desamparará» (Deut. 31:6 RVA). El mismo estímulo se ofrece a los cautivos de Babilonia que regresan a Judá para reconstruir el templo (Zac. 8:9, 13; cf. Hag. 2:4).
Si bien en los ejemplos anteriores jazaq combina fortaleza moral con fortaleza física, solo esta última cualidad se indica en Jueces 1:28: «Pero cuando Israel se sintió fuerte hizo al cananeo tributario». Israel pecó «y Jehová fortaleció a Eglón, rey de Moab, contra Israel» (Jueces 3:12). El término se usa también acerca de un edificio: «Pero en el año veintitrés del rey Joas, aún no habían reparado los sacerdotes las grietas del templo» (2 Reyes 12:6); también acerca de una ciudad: «Uzías también edificó torres en Jerusalén… y las fortificó» (2 Cr. 26:9 RVA). En un contexto bélico jazaq quiere decir: «Así venció David al filisteo» (1 Sam. 17:50).
Como dijo el profeta: «Porque los ojos de Jehová recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen un corazón íntegro para con él» (2 Cr. 16:9 RVA). A su siervo, el Mesías, Dios dice: «Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré [jazaq] por la mano» (Isa. 42:6); y a Ciro dice: «A quien tomı por su mano derecha» (Isa. 45:1).
Otros usos notables del vocablo son: «Si tu hermano se empobrece y se debilita económicamente con respecto a ti, tú lo ampararás» (Lev. 25:35 RVA); y Saúl «volviéndose Samuel para irse… ech̊ mano de la orla de su capa» (1 Sam. 15:27 RV).
Para resumir, este grupo de palabras describe la fortaleza física y moral del ser humano y de la sociedad. Dios infunde fuerzas a personas, aun a los enemigos de su pueblo, para castigarles. Los hombres pueden cambiar estas fuerza en terquedad contra Dios.
B - Adjetivo
Jazaq (2389, חָזָָק), «fuerte; poderoso; pesado; severo; firme; duro». Este adjetivo aparece unas 56 veces y en todos los períodos del hebreo bíblico.
Primero, el vocablo quiere decir «firme» o «duro», con la idea de impenetrable. En Ezeq. 3:8-9 el rostro del profeta se compara con una roca; Dios le infunde determinación para realizar su tarea al mismo tiempo que Israel se empecina en no escucharle: «He aquí, yo hago tu rostro tan duro como el rostro de ellos, y hago tu frente tan dura como su frente. Yo hago tu frente como el diamante, que es más duro que el pedernal» (RVA). Job 37:18 usa jazaq en relación con el endurecimiento de un metal fundido.
Segundo, este término significa «fuerte». La acepción fundamental indica fuerza física. La mano de Dios (un antropomorfismo; cf. Deut. 4:15, 19), como símbolo del cumplimiento de su voluntad con la humanidad, es «fuerte»: «Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte» (Éx. 3:19: primera mención del vocablo). El adjetivo califica a un nombre, indicando que es lo opuesto de débil o incapaz de hacer alguna cosa (Núm. 13:18). Isaías habla de la «espada dura, grande y fuerte» del Señor (Isa. 27:1). Cuando Ezequiel habla acerca de «la engordada… la fuerte», quizás se refiere a que los animales estaban bien alimentados y sanos (Ezeq. 34:16).
Tercero, jazaq significa «pesado». Cuando se refiere a batallas o guerras, quiere indicar la severidad de estos hechos (1 Sam. 14:52). El término se usa además para referirse a una enfermedad seria (1 Reyes 17:17) y a una hambruna (1 Reyes 18:2).