FORMAR
Yatsar (3335, יצַַר), «formar, amoldar, moldear». El término es corriente en todos los períodos del hebreo; en la lengua moderna se usa en el sentido de «producir» o «crear». El vocablo se encuentra un poco más de 60 veces en el Antiguo Testamento hebraico. Aparece por primera vez en Gén. 2:7: «Dios formó al hombre del polvo de la tierra», lo cual refleja el significado básico de «amoldar» algo a una forma deseada.
Yatsar es un término técnico de alfarería y se usa a menudo en relación con la labor del alfarero (Isa. 29:16; Jer. 18:4, 6). El vocablo se usa a veces con el significado general de «artesanía o manualidad», incluyendo molduras, tallados, esculturas y fundición (Isa. 44:9-10, 12).
La palabra puede usarse para expresar la «formulación» de planes en la mente (Sal. 94:20; «planear» LBA). Yatsar se usa a menudo para describir la actividad creadora de Dios, ya sea literal o metafóricamente. Así Dios «formó» a seres humanos (Gén. 2:7-8) y animales (Gén. 2:19). También «formó» la nación de «Israel» (Isa. 27:11; 45:9, 11); Israel fue «formado» como el siervo especial de Dios, aun desde el vientre (Isa. 44:2, 24; 49:5). Estando aún en el vientre, Jeremías fue «formado» para ser profeta (Jer. 1:5). Dios «formó» a las langostas como instrumento pedagógico visual para Amós (Amós 7:1); el gran monstruo marino, leviatán, fue «formado» para jugar en los mares (Sal. 104:26).
El enfoque tan concreto del pensamiento hebreo antiguo se percibe vivamente en la siguiente declaración: «Yo soy quien forma la luz y crea las tinieblas» (Isa. 45:7 RVA). En sentido similar, el salmista confiesa a Dios: «El verano y el invierno, tú los formaste» (Sal. 74:17). Dios «formó» el espíritu del hombre (Zac. 12:1), así como su corazón o mente (Sal. 33:15). Yatsar se usa también para expresar la «planificación» o «predestinación» de Dios según su propósito divino (Isa. 22:11; 46:11).
Casi la mitad de los casos de este vocablo veterotestamentario se encuentran en Isaías y la mayoría de las veces Dios es el sujeto.