ENGRANDECER, ENALTECER, MAGNIFICAR
A - Verbo
Gadal (1431, גדַַל), «hacerse fuerte, crecer, ser grande o rico, engrandecer, enaltecer (demostrar grandeza), magnificar, ser poderoso, importante o valioso». Este verbo aparece en otras lenguas solo en ugarítico y arábigo; no se encuentra ni en arameo bíblico ni en hebreo posbíblico. En otras lenguas semíticas el significado del vocablo generalmente se representa con raíces que tienen los radicales rbh; esta raíz también se encuentra en hebreo bíblico como sinónimo de gadal. Sin embargo, los dos sinónimos difieren en que gadal no alude a un crecimiento numérico (con la posible excepción de Gén. 48:19). Se han comprobado en la Biblia 120 casos de gadal en todos los períodos.
El verbo puede significar aumento de tamaño y edad como parte del proceso de maduración de la vida humana: «El niño creció y fue destetado» (Gén. 21:8 RVA). El vocablo también tiene que ver con el «crecimiento» de animales (2 Sam. 12:3) y de plantas (Isa. 44:14), así como de los cuernos de animales (Dan. 8:9) y de otros objetos vivientes. En su modo intensivo, gadal indica participación en el proceso de crecimiento: «Crié hijos» (Isa. 1:2). La misma modalidad puede sugerir consentimiento para determinada acción: «Dejará crecer libremente el cabello de su cabeza» (Núm. 6:5).
Una acepción de gadal es posición de ser «grande o rico». El siervo de Abraham le dijo: «Jehová ha bendecido mucho a mi señor, y él se ha enriquecido» (Gén. 24:35 RVA); en este caso, el vocablo alude a la conclusión de un proceso. En la modalidad intensiva el verbo presenta un hecho, como cuando dice Dios: «Yo haré de ti una gran nación. Te bendeciré y engrandeceré tu nombre» (Gén. 12:2: primera mención del verbo en la Biblia).
El término se usa a veces con el significado de «ser grande, engrandecer, enaltecer»: «Ahora pues, sea engrandecido el poder del Señor, de acuerdo con lo que has hablado» (Núm. 14:17). Moisés ora para que Dios demuestre que es en verdad grande, tal como lo ha dicho, y que lo haga sin destruir a su pueblo. De otra manera, cualquier espectador se sentiría obligado a concluir que Dios era incapaz de cumplir con lo que prometió. Lo contrario, conducir a Israel a Palestina, demostrará la grandeza de Dios delante de las naciones. El mismo sentido se halla en 2 Sam. 7:22, con el matiz añadido de «magnificar» («alabar por ser grande»): «Por tanto, tú eres grande, oh Jehová Dios; porque no hay nadie como tú, ni hay Dios aparte de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos».
Otro énfasis de gadal es «ser grande, poderoso, importante o valioso». Este matiz se aplica en particular a reyes. Faraón dice a José: «Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor [más poderoso, con mayor honra] que tú» (Gén. 41:40; «te precederé» NBE). El Mesías «se levantará y los apacentará con el poder de Jehová, con la grandeza del nombre de Jehová su Dios, y se establecerán, porque entonces será engrandecido hasta los fines de la tierra» (Miq. 5:4 RVA). Él será poderoso hasta los fines de la tierra. El matiz «ser valioso» aparece en 1 Sam. 26:24, donde David dice a Saúl: «Y he aquí, como tu vida ha sido valiosa ante mis ojos en este día, así sea valiosa mi vida ante los ojos de Jehová, y Él me libre de toda aflicción» (RVA). La segunda vez que se usa gadal en esta declaración es en su forma intensiva, por lo que la frase se podría traducir con mayor precisión: «Para que mi vida sea altamente valorada».
En el modo reflexivo gadal puede significar «engrandecerse». Dios dice: «Mostraré mi grandeza y mi santidad. Así me daré a conocer ante los ojos de muchas naciones» (Ezeq. 38:23 RVA). El contexto muestra que Él traerá juicio; de esta manera se «engrandece», o sea, demuestra que es grande y poderoso. Por otro lado, una declaración falsa de grandeza y poder es un alarde sin contenido. Así gadal puede significar «jactarse, vanagloriarse»: «¿Se gloriará el hacha contra el que con ella corta? ¿Se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve?» (Isa. 10:15). En modo causativo el verbo puede significar «darse aires de grandeza»: «Pero si vosotros os engrandecéis contra mí, y contra mí alegáis mi oprobio» (Job 19:5). En Job encontramos también otro matiz que sugiere una estimación de grandeza cuando gadal está en modo intensivo: «¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, y para que pongas sobre él tu corazón?» (Job 7:17; cf. Sal. 8:4). Si el ser humano es tan insignificante, ¿por qué le considera Dios tan importante?
B - Nombres
Gedûllah (1420, גְְדולָָה), «grandeza; gran dignidad; grandes cosas». Este nombre aparece 12 veces. En Sal. 71:21 significa «grandeza»: «Aumentarás mi grandeza, y volverás a consolarme». Gedûllah se puede referir también a gran «dignidad» (Est. 6:3 BJ) y a «grandes cosas» (2 Sam. 7:21).
Godel (1433, גדֶֶל), «grandeza». Este nombre se encuentra 13 veces. Godel quiere decir «grandeza» en relación con tamaño (Ezeq. 31:7) o con atributos divinos como poder (Sal. 79:11), dignidad (Deut. 32:3), majestad (Deut. 3:24) y misericordia (Núm. 14:19); también con falsa grandeza de corazón (insolencia; Isa. 9:9).
Migdal (4026, מִגְדָָל), «lugar fuerte; púlpito de madera». Este nombre, que aparece 49 veces, a menudo se refiere a una torre o «lugar fuerte» (Gén. 11:4-5), aunque también tiene que ver con un «púlpito de madera»: «Y Esdras el escriba estaba sobre un púlpito [«estrado» LBA] de madera» (Neh. 8:4 RVR).
C - Adjetivos
Gadôl (1419, גָָדול), «grande, gran». El adjetivo gadôl es la palabra que más aparece relacionada con el verbo gadal (alrededor de 525 veces). Gadôl se refiere a las dimensiones de tamaño (Gén. 1:21), número (Gén. 12:2), poder (Deut. 4:37), castigo (Gén. 4:13) y valor o importancia (Gén. 39:9).
El verbo gadal y su adjetivo afín gadôl pueden usarse para hacer declaraciones distintivas. En hebreo se puede decir «él es grande» con solo el verbo o, alternativamente, con el adjetivo gadôl y un pronombre como prefijo. En el primer caso se resalta una condición dada o existente (como en Mal. 1:5): «Sea Jehová engrandecido más allá de los límites de Israel». La segunda construcción anuncia al receptor una nueva experiencia, como en Isa. 12:6: «Grande es en medio de ti el Santo de Israel». Se trata de información que se conocía antes, pero actos divinos recientes hacen que se vuelva a experimentar. El énfasis está sobre la frescura de la experiencia.
Otro adjetivo, gadel, quiere decir «llegar a ser grande; crecer». Este adjetivo verbal se usa 4 veces, una de ellas en Gén. 26:13: «El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso».