CREAR

Bara˒ (1254, בָרָָא), «crear, hacer». Este verbo tiene un significado teológico muy profundo, puesto que su único sujeto es Dios. Solo Él puede «crear» en el sentido que está implícito en bara˒. El verbo expresa creación de la nada (ex nihilo), una idea que se percibe con claridad en los pasajes relacionados con la creación en escala cósmica: «En el principio creó Dios los cielos y la tierra» (Gén. 1:1; cf. Gén. 2:3; Isa. 40:26; 42:5). Todos los demás verbos que significan «creación» permiten una gama de significados mucho más amplia; tienen sujetos divinos y humanos y se usan en contextos que no tienen que ver con la creación de la vida.

Bara’ se usa a menudo paralelamente con los siguientes verbos: ˓asah, «hacer» (Isa. 41:20; 43:7; 45:7, 12; Amós 4:13); yatsar, «formar» (Isa. 43:1, 7; 45:7; Amós 4:13); y kûn, «establecer». Isa. 45:18 contiene todos estos vocablos: «Porque así ha dicho Jehová –el que ha creado [bara˒] los cielos, Él es Dios; el que formó [yatsar] la tierra y la hizo [˓asah], Él la estableció [kûn]; no la creó [bara˒] para que estuviera vacía, sino que la formó [yatsar] para que fuera habitada–: «Yo soy Jehová, y no hay otro… » (RVA). Tal vez no se haya mantenido en este pasaje el significado técnico de bara˒ («crear de la nada»); quizás el uso aquí sea una connotación popularizada en forma de sinónimo poético.

Los complementos directos de este verbo son los cielos y la tierra (Gén. 1:1; Isa. 40:26; 42:5; 45:18; 65:17); el hombre (Gén. 1:27; 5:2; 6:7; Deut. 4:32; Sal. 89:47; Isa. 43:7; 45:12); Israel (Isa. 43:1; Mal. 2:10); «cosa nueva» (Jer. 31:22); nube y humo (Isa. 4:5); norte y sur (Sal. 89:12); salvación y justicia (Isa. 45:8); hablar (Isa. 57:19); tinieblas (Isa. 45:7); viento (Amós 4:13); y un corazón nuevo (Sal. 51:10). Un estudio cuidadoso de los pasajes donde bara˒ figura muestra que en las pocas veces que el término se usa en forma no poética (principalmente en Génesis), el escritor usa un lenguaje científicamente preciso para demostrar que Dios creó el objeto o concepto de materia que antes no había existido.

Llama poderosamente la atención el uso de bara˒ en Isa. 40-65. De las 49 veces que aparece el vocablo en el Antiguo Testamento, 20 se hallan en estos capítulos. Cuando Isaías escribe proféticamente a los judíos en el cautiverio, habla palabras de consuelo basadas en los beneficios y bendiciones del pasado para el pueblo de Dios. Isaías desea recalcar que, puesto que Yahveh es el Creador, Él puede liberar a su pueblo del cautiverio. El Dios de Israel ha creado todas las cosas: «Yo hice [˓asah] la tierra y creé [bara˒] al hombre sobre ella. Son mis propias manos las que han desplegado los cielos, y soy yo quien ha dado órdenes a todo su ejército» (Isa. 45:12 RVA). Los dioses de Babilonia son nulidades impotentes (Isa. 44:12-20; 46:1-7) y por tanto, Israel puede esperar que Dios va a triunfar realizando una nueva creación (Isa. 43:16-21; 65:17-25).

Aunque bara˒ es un tecnicismo correcto y preciso que sugiere una creación cósmica y material ex nihilo, el término es también un vehículo teológico rico en su comunicación del poder soberano de Dios, quien origina y regula todas las cosas para su gloria.

Qanah (7069, קָנָָה), «conseguir, adquirir, ganar». Son los significados básicos que predominan en el Antiguo Testamento, pero ciertos pasajes poéticos hace tiempo vienen sugiriendo que el significado del verbo es «crear». En Gén. 14:19, Melquisedec, al bendecir a Abram, dice: «Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador [«poseedor», RV] de los cielos y de la tierra» (RVA). Gén. 14:22 repite este epíteto divino. Deut. 32:6 confirma el significado de «crear» cuando qanah se usa como paralelo de ˓asah, «hacer»: «¿Acaso no es Él tu Padre, tu Creador (qanah) quien te hizo (˓asah) y te estableció (kûn)?» (RVA). Sal. 78:54; 139:13 y Prov. 8:22-23 también sugieren la idea de creación.

Las lenguas cognadas en general mantienen el mismo significado de «conseguir, adquirir» que en hebreo. Es más, qny es el término ugarítico principal para expresar creación. La estrecha relación de hebreo con el ugarítico y el significado contextual de qanah como «crear» en los pasajes veterotestamentarios arriba citados argumentan el uso de qanah como sinónimo de «crear», que comparte con barah˒, ˓asah y yatsar.

˓Asah (6213, עָשָָה), «crear, hacer, fabricar». Este verbo, que aparece más de 2600 veces en el Antiguo Testamento, se usa como sinónimo de «crear» alrededor de 60 veces. No hay nada inherente en el vocablo que indique a qué tipo de creación se refiere; es solo cuando está acompañado de bara˒ que podemos estar seguros de que significa creación.

Es lamentable, pero el término no lo apoyan lenguas cognadas contemporáneas al Antiguo Testamento y su etimología no es muy clara. Puesto que ˓asah describe las actividades humanas (y divinas) más comunes, no se presta para significados teológicos, excepto cuando acompaña a bara˒ o a otros términos cuyos significados técnicos están bien establecidos.

Los casos más instructivos de ˓asah aparecen en los primeros capítulos de Génesis. En Gén. 1:1 se usa el vocablo bara˒ para presentar el relato de la creación, y Gén. 1:7 señala los detalles de su ejecución: «E hizo Dios un firmamento» (RV-95; «expansión», RV). Si la «bóveda» (RVA) se hizo o no de material existente, no puede determinarse porque solo se usa ˓asah. Sin embargo, está claro que el verbo expresa creación por su uso en este contexto y está acompañado por el tecnicismo bara˒. Lo mismo se puede decir de otros versículos en Génesis: Gén. 1:16 (las lumbreras en el cielo); Gén. 1:25; 3:1 (los animales); Gén. 1:31; 2:2 (toda su obra); y Gén. 6:6 (el hombre). Sin embargo, en Gén. 1:26-27, ˓asah tiene que significar creación ex nihilo, ya que se usa como sinónimo de bara˒. El texto reza así: «Hagamos [˓asah] al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza… Creó [bara˒], pues, Dios al hombre a su imagen» (RVA). De manera similar Gén. 2:4 declara: «Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados [bara˒], el día que Jehová Dios hizo [˓asah] la tierra y los cielos» (Gén. 2:4). Finalmente, Gén. 5:1 coloca los dos términos en un mismo plano: «El día que Dios creó [bara˒] al hombre, a semejanza de Dios lo hizo [«˓asah»]. La yuxtaposición insólita de bara˒ y ˓asah en Gén. 2:3 se refiere a toda la la creación que Dios «creó» «haciéndolo».

En conclusión, no hay base para refinar demasiado el significado de ˓asah diciendo que quiere decir creación desde algo, a diferencia de creación de la nada.

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