Concordancia
- Hebreos 4 v. 16
- Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
- Hebreos 2 v. 9
- Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
- Hebreos 13 v. 25
- La gracia sea con todos vosotros. Amén.
- Hebreos 12 v. 15
- Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura,d os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
- Hebreos 3 v. 3
- Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno este, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo.
- Hebreos 9 v. 5
- y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio;j de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle.
- Hebreos 2 v. 7
- Le hiciste un poco menor que los ángeles,
Le coronaste de gloria y de honra,
Y le pusiste sobre las obras de tus manos; - Hebreos 10 v. 29
- ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pactoj en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
- Hebreos 13 v. 9
- No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas.
- Hebreos 2 v. 10
- Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.
- Hebreos 13 v. 21
- os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
- Hebreos 1 v. 3
- el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,