VESTIMENTA
Beged (899, בֶגֶֶד), «vestimenta; ropaje; abrigo; tela; manta». Esta palabra se encuentra unas 200 veces durante todos los períodos del hebreo bíblico.
El término se refiere a cualquier tipo de «vestimenta», por lo general para uso humano. Beged aparece primero en Gén. 24:53: «Y el siervo sacó objetos de plata, objetos de oro y vestidos, y se los dio a Rebeca» (LBA). En este caso, el vocablo indica «ropaje hecho de materiales preciosos». Por otro lado, las «vestimentas» de las viudas tal vez fueron bastante corrientes y baratas (Gén. 38:14). Sin duda las «vestimentas» que usaban las plañideras eran muy ordinarias y quizás también rasgadas (2 Sam. 14:2).
A veces beged se refiere a «ropaje externo». Los soldados sirios (2 Reyes 7:15) que huyeron de Jerusalén dejaron atrás sus «prendas de vestir» (RVA) y pertrechos, despojándose de toda impedimenta, aunque de seguro se quedaron con su ropa más esencial. Por otro lado, en Jueces 14:12, el término se distingue de «sábanas de lino» (ropa exterior); Sansón prometió a los filisteos que si respondían correctamente a su adivinanza les daría «treinta vestidos de lino y treinta mudas («sábanas» RV) de ropa» (LBA; cf. Jueces 17:10). Las «vestimentas sagradas» que Moisés debía hacer para Aarón consistían de toda la vestimenta del culto al Señor: «El pectoral, el efod, el manto, la túnica bordada, la mitra y el cinturón. Hagan, pues, las vestiduras sagradas para Aarón tu hermano» (Éx. 28:4).
En Núm. 4:6, beged significa «cubierta» o sea una tela grande que sirve para tapar: «Y pondrán sobre ella la cubierta de pieles de tejones, y extenderán encima un paño todo de azul». Por lo general, las personas se tapaban con «mantas o frazadas»: «Cuando el rey David era viejo y avanzado en días, le cubrían de ropas, pero no se calentaba» (1 Reyes 1:1). Los caballos usaban «mantas para cabalgaduras» (Éx. 27:20).