REGOCIJAR

A - Verbo

Samaj (8055, שמַַח), «regocijar, estar gozoso». Este verbo también aparece en ugarítico (con los radicales shh-m-h) y tal vez en arameo-siríaco. Se encuentra en todos los períodos del hebreo y unas 155 veces en la Biblia.

Por lo general, samaj se refiere a una emoción espontánea, a un gozo intenso expresado de manera visible y/o externa. No se trata casi nunca de una emoción perenne ni a un sentimiento de bienestar duradero. Son emociones que surgen durante fiestas, como de circuncisión, bodas y cosechas, o bien en celebración de alguna victoria sobre un enemigo. Los hombres de Jabes irrumpieron en alegría cuando recibieron la noticia de que serían liberados de los filisteos (1 Sam. 11:9).

La emoción que samaj comunica generalmente es visible. En Jer. 50:11 se acusan a los babilonios de «regocijarse» por el pillaje a Israel. Exteriorizan sus emociones revolcándose como «novilla sobre la hierba» y relinchando como caballos. La emoción que el verbo expresa (concretado en el nombre simjah) irrumpe a veces en danzas y canciones acompañadas con instrumentos musicales. Esto es lo que quiere comunicar el relato sobre David y las mujeres de Jerusalén a su regreso de vencer a los filisteos (1 Sam. 18:6). «Regocijar» se describe casi siempre como el producto de una situación, circunstancia o experiencia externa, como se puede apreciar en Éx. 4:14, la primera vez que se usa samaj. Dios dijo a Moisés que Aarón venía a su encuentro y «al verte, se alegrará en su corazón». El pasaje habla de un sentimiento interno que se manifiesta visiblemente. Cuando Aarón vio a Moisés, exteriorizó su gozo besándole (v. 27).

Por tanto, el verbo samaj sugiere tres elementos: (1) sentimiento espontáneo y momentáneo de júbilo, (2) sentimiento tan fuerte que tiene que exteriorizarse, (3) sentimiento motivado por algún estímulo externo y momentáneo.

El verbo se usa en forma intransitiva para indicar una acción que se vuelve sobre el sujeto (cf. 1 Sam. 11:9). Cuando Dios es el sujeto, Él es el que «se regocija lleno de júbilo»: «Que la gloria del Señor perdure eternamente; que el Señor se regocije en sus obras» (NVI). Los santos deben «alegrarse en el Señor y regocijarse y dar voces de júbilo» (cf. Sal. 32:11 LBA). De ahí que samaj expresa alegría y gozo. En el lugar que el Señor escogiere, Israel debe «regocijarse» en todas sus bendiciones (Deut. 12:7). En este contexto, el verbo describe una situación en que uno se coloca en circunstancias dadas. Por extensión, el vocablo tiene un significado técnico relacionado con todo lo que se hace al preparar una fiesta para Dios: «El primer día tomaréis para vosotros fruto de árbol hermoso: ramas de palmera, ramas de árboles frondosos y de sauces de los arroyos; y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios durante siete días» (Lev. 23:40 RVA).

En algunos casos el verbo describe una situación de regocijo continuo. En 1 Reyes 4:20 se resume el reinado de Salomón en los siguientes términos: «Judá é Israel eran muchos, como la arena que está junto al mar en multitud, comiendo, bebiendo y alegrándose».

B - Nombre

Simjah (8057, שִמְחָָה), «gozo». Este nombre, que también se halla en ugarítico, aparece 94 veces en hebreo bíblico. Simjah es un término técnico para la expresión externa de «gozo» (Gén. 31:27: primer caso en la Biblia; cf. 1 Sam. 18:6; Jer. 50:11) como para el sentimiento y concepto abstracto de «gozo», que es el significado más usual (Deut. 28:47). Expresa también toda la actividad festiva delante de Dios: «Así todo el pueblo se fue a comer y a beber, a enviar porciones y a regocijarse con gran alegría» (Neh. 8:12 RVA).

El nombre capta la especificidad colorida del verbo, como en Isa. 55:12 (RVA): «Ciertamente, con alegría saldréis y en paz os iréis. Los montes y las colinas irrumpirán en cánticos delante de vosotros, y todos los árboles del campo aplaudirán».

C - Adjetivo

Sameaj (8056, שָמֵחַ), «gozoso, alegre». El adjetivo se encuentra 21 veces en el Antiguo Testamento. El primer caso está en Deut. 16:15: «Siete días celebrarás la fiesta a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová haya escogido. Porque Jehová tu Dios te habrá bendecido en todos tus frutos y en toda la obra de tus manos, y estarás muy alegre» (RVA).

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