ODIAR

A - Verbo

Sane (8130, שָנא), «odiar, aborrecer, detestar, enemistar». Este verbo aparece en ugarítico, moabita, arameo y arábigo. Lo vemos en todos los períodos de la lengua hebrea y unas 145 veces en la Biblia.

Sane describe una emoción que va desde un «odio» intenso hasta la actitud menos fuerte de «enemistarse» y se usa para personas y cosas (incluyendo ideas, palabras y objetos inanimados).

El sentido predominante del término se asocia con los celos; por eso los hermanos de José sintieron sane por el favoritismo de su padre hacia él (Gén. 37:4, cf. v. 11). Este «odio» creció cuando José les contaba sus sueños (Gén. 37:8). Sin duda, el término abarca emociones desde «profundo desprecio» hasta el «odio total». En Gén. 37:18ss los hermanos de José se confabularon para matarle y al menos lograron deshacerse de él.

Esta idea se hace más intensa cuando la raíz se repite: El suegro de Sansón le dijo: «Pensé que la aborrecías del todo [lit. «aborreciendo la aborrecías»]» (Jueces 15:2 RVA).

Un uso de sane indica el inicio de una emoción: «Luego la odió [lit. «la comenzó a odiar»] Amnón con tal odio, que el odio con que la odió [lit. «la comenzó a odiar»] fue mayor que el amor con que la había amado» (2 Sam. 13:15 RVA). Este énfasis aparece una vez más en Jer. 12:8 (RVA): «Mi heredad llegó a ser para mí como el león en el bosque. Contra mí levantó su voz; por tanto, la aborrecí [lit. «la llegué a aborrecer»]» (cf. Oseas 9:15).

Con una connotación menos fuerte, sane quiere decir «ser enemigo» de alguien o de algo. Jetro aconsejó a Moisés que seleccionara para jueces subalternos sobre Israel a hombres que aborreciesen [lit. «fueran enemigos de»] la codicia (Éx. 18:21). Un uso muy frecuente del verbo, a la vez que especial, es «despreciado» o «desestimado». Por ejemplo, sane puede indicar que alguien no es confiable y como enemigo se debe expulsar de algún territorio. Este significado se encuentra en uno de los primeros casos del vocablo cuando Isaac dice a Abimelec y a su ejército: «¿Por qué venís a mí, vosotros que me habéis aborrecido y me habéis echado de en medio de vosotros?» (Gén. 26:27 RVA). La palabra puede referirse a relaciones conyugales malogradas: «El padre de la joven dirá a los ancianos: Yo di a mi hija por mujer a este hombre, y él la tiene aversión» (Deut. 22:16 RVA). El matiz se presenta claramente en Ezeq. 23:28 (LBA), donde el verbo se encuentra en paralelismo sinónimo con «alienarse»: «He aquí, yo te entregaré en manos de los que odias, en manos de aquellos de los que te alejaste». Cuando hay dos esposas en una misma familia, una puede ser la preferida y la otra «aborrecida» (Deut. 21:15). Este es el caso en Gén. 29:31: «Y vio Jehová que Lea era menospreciada [«aborrecida» RV], y le dio hijos; pero Raquel era estéril» (RVR). Como participio pasivo el término llega a significar «rechazado»: «La mujer rechazada que llega a casarse» (Prov. 30:23 NVI; «aborrecida» RVR).

B - Nombre

Sin˒ah (8135, שִנאה), «odio». Este nombre aparece 17 veces en el Antiguo Testamento. En Núm. 35:20 RVA vemos un ejemplo: «Si por odio lo empuja o arroja algo contra él intencionalmente».

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